Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Lo leo y no lo creo
La
noticia emitida por las dirigencias de los 3 principales partidos políticos,
PRI, PRD y PAN de que firmarían un acuerdo denominado Pacto por México,
entusiasmó a muchos mexicanos, desde el momento en que se dio a conocer dicho acuerdo y me dije,
ver para creer.
Los
líderes partidistas informaron que el
pretendido pacto sería algo así como los “Pactos de la Moncloa” de la
transición política española, recomendé, ¡bájenle, bájenle!
El
Pacto por México contiene acuerdos que han sido largamente anhelados por la
sociedad mexicana, En el tema electoral, el tope de campaña y la
incorporación de dinero de procedencia ilícita será causal nulidad de la
candidatura. Propuesta de que la toma de posesión presidencial se adelante y
sea 15 días después de que se emita la sentencia del Tribunal Electoral. Se
evitará la evasión fiscal y no se gravarán alimentos ni medicinas. Construcción
de una sociedad de derechos, ante las enormes desigualdades. Medidas
para el desarrollo económico.
También se incluye, establecer mecanismos para controlar la contratación
de deudas estales. Instrumentar un censo nacional de maestros, para terminar
con la situación de que no se sepa cuántos maestros realmente están dando
clases y cuántos están desarrollando
actividades con fines políticos. Orientar el presupuesto necesario para
asegurar el acceso de los jóvenes a la educación media superior y superior. Un
replanteamiento del tema de seguridad, que buscará concentrar los recursos en la prevención del delito. No se privatizará Petróleos Mexicanos. Los cambios
se realizarán sin reformar el artículo 27 de la Constitución. Son 105 propuestas mismas que se traducirán en
iniciativas y reformas a discutir en el Congreso.
Nos
pareció demasiado hermoso para ser verdad. Pues bien, resulta que el mentado Pacto por México, cuya firma sería
ayer en Querétaro se suspendió, y es que, el que se quema con leche, hasta al
jocoque le sopla; la Comisión Política Nacional del PRD prohibió a Jesús
Zambrano su presidente, que firmara el pacto ayer y le ordenó que esperara
hasta después del 1° de diciembre, una vez que Peña Nieto haya tomado posesión,
pero seguir abiertos al diálogo reelaborando una agenda que debería ser
aprobada por el Congreso Nacional el 15 de diciembre, pero no la que plantearon
el PAN y el PRI sino una más transparente.
Y
es que conociendo al PRI y al PAN y después del plantón que le asestaron a los
legisladores del PRD con la reforma laboral en la que los panistas rompieron alegremente
su alianza con aquél para impulsar la democracia sindical y la transparencia y aliados
con los priistas “suavizaron” dos artículos, de manera que, si alguien confía en los acuerdos de senadores
y diputados del PIR-PAN, que se atenga a su ingenuidad.
Esta
semana en su estancia en Canadá, Peña Nieto elogió el pacto y su equipo de transición envió una invitación
a los medios para asistir a la suscripción de éste en Querétaro y nada, que se
suspendió la mentada firma del anunciado Pacto por México. No obstante, Zambrano asegura que el
Pacto va, que muy pronto será firmado.
No
deja de sorprender que Peña Nieto se va tropezando con algunas piedras en el
camino; esta misma semana la ira ciudadana se dejó sentir por el cerco
exagerado que pusieron en una amplia zona de San Lázaro con una semana de
anticipación a la toma de protesta del presidente electo, los diputados del PRD
derribaron una parte y la presión ciudadana obligó al Estado Mayor Presidencial
a disminuir el perímetro del cerco.
Es
alentador observar que los ciudadanos estamos dispuestos a defendernos del
autoritarismo que pretendiera ejercer la
próxima administración federal del Ejecutivo porque la presión social, es el
único lenguaje que entienden los que dominan en este país. Defendernos es la
ruta.
Posdata
Dicen
que el PRI estatal advirtió que, alcalde no nomina alcalde, cosa rara, muy
rara, por qué no aplicó la máxima cuando
Humberto Moreira puso a su hermano mayor en la gubernatura, ¡ah!, ya sé es que
entonces el presidente del PRI estatal
era el propio Rubén quien para eso estaba ahí, para que no le fueran a comer el
mandado y los priístas mansamente se sometieron a los designios de sus “jefes”,
la sumisión genera muy malos y adversos
resultados, ahí está la megadeuda.