Sección 38, misión imposible

Horizonte ciudadano


Rosa Esther Beltrán Enríquez

Sección 38, misión imposible

Quizá hoy sea un día importante para la Sección 38 del SNTE. La duda es razonable si se toma en cuenta que puede haber cambio pero para que todo siga igual. La lucha por el botín no es muy abierta, se da entre unos cuantos líderes que están posicionados en varias carteras de la Sección 38.

La elección estará a cargo de 282 delegados que representarán a los trabajadores de la educación en el Congreso Estatal; esta forma de elección diluye la representación de las bases magisteriales ya que los delegados, por lo general llevan ya consigna y línea de los líderes, de manera que la manipulación por parte de los caciques tradicionales en la Sección, tanto del Comité Ejecutivo Nacional como del local es la que prevalece.

Al parecer, el probable sucesor de Carlos Moreira Valdés y favorito de éste es Rubén Delgadillo Romo, pero también pudieran competir los profesores Francisco Gaytán Rodríguez, Higinio Leonel Hinojosa Valdés y Francisco Parra.

Quede quien quede como nuevo secretario general de la Sección 38, difícilmente o más bien de manera imposible podría ser un elemento independiente que contara con el consenso de las bases magisteriales ya que la cultura del corporativismo sindical imperante lo impide.

No obstante, en el proceso previo a la elección, no faltaron voces valientes, capaces de denunciar los agravios de los que son objeto; como la del grupo de trabajadores del Instituto Tecnológico de Saltillo encabezados por Jorge Herbey Rodríguez Pérez que denunciaron que el secretario general de la Delegación II-11 de la Sección 38 del SNTE, Francisco Rodríguez Sánchez, violentó los derechos del personal del Instituto con el objetivo de favorecer con horas- clase y plazas magisteriales a sus incondicionales.

Además, los profesores del Tecnológico de Saltillo revelaron que el secretario general Rodríguez Sánchez manipuló la asamblea y eligió a su arbitrio a los delegados que participarán en el Congreso Estatal de la Sección 38, marginando a los trabajadores de la institución.

La anterior es una muestra palmaria de cómo se manipulan y se violentan los derechos sindicales de los trabajadores de la Sección 38.

Se Va Carlos Moreira de la Sección 38 dejando una estela de daños y perjuicios contra los agremiados, baste recordar el ominoso intento de reforma a la Ley de Pensiones, la que resultaba altamente lesiva a los derechos de los aportantes ya que contenía pérdida de los derechos adquiridos e inequidades; finalmente y gracias a una intensa movilización de los trabajadores universitarios, la pretendida reforma terminó en la abrogación de Ley del Instituto Estatal de los Trabajadores de la Educación para su Seguridad Social.

De la abrogada ley, la Legislatura 58 (de nefasta memoria) estableció la necesidad de consensuar con todas las partes involucradas en la Ley de Pensiones los beneficios sociales que una reforma debía contener.

Los trabajadores de las dos universidades aportantes a Pensiones, la UA de C y la UAAAN han denunciado la sub representación de que son objeto por parte de la dirección de la Sección 38 a pesar de contar con los mismos derechos.

Por otra parte, la próxima semana la Sección 5ª del SNTE también renovara su Comité Ejecutivo local y las bases magisteriales han reportado abusos de poder, tráfico de influencias y desvío de recursos federales en el magisterio por lo que los trabajadores han constituido un Frente Unido por el Rescate de la unidad.

Como puede verse, lo que menos se puede esperar es una elección tersa en las dos secciones del SNTE de Coahuila, ojalá las bases magisteriales hagan valer sus derechos.

Además, opino que los ciudadanos coahuilenses debemos estar atentos para oponernos, con todos los recursos a nuestro alcance a que, Fernando Donato de las Fuentes, Jorge Torres López, Hilda Esthela Flores Escalera (la gran Chapulina y primera Juanita coahuilense) y Enrique Martínez Morales sean postulados por el priato, a cualquier cargo de elección popular que les dé fuero contra la traición perpetrada contra los ciudadanos coahuilenses al cambiar leyes para la reestructura de la deuda. No más ofensas.