sábado, 1 de diciembre de 2012


Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

Lo leo y no lo creo

La noticia emitida por las dirigencias de los 3 principales partidos políticos, PRI, PRD y PAN de que firmarían un acuerdo denominado Pacto por México, entusiasmó a muchos mexicanos, desde el momento en  que se dio a conocer dicho acuerdo y me dije, ver para creer.

Los líderes partidistas informaron que  el pretendido pacto sería algo así como los “Pactos de la Moncloa” de la transición política española, recomendé, ¡bájenle, bájenle!

El Pacto por México contiene acuerdos que han sido largamente anhelados por la sociedad mexicana, En el tema electoral, el tope de campaña y la incorporación de dinero de procedencia ilícita será causal nulidad de la candidatura. Propuesta de que la toma de posesión presidencial se adelante y sea 15 días después de que se emita la sentencia del Tribunal Electoral. Se evitará la evasión fiscal y no se gravarán alimentos ni medicinas. Construcción de una sociedad de derechos, ante las enormes desigualdades. Medidas para el desarrollo económico.

También se incluye, establecer mecanismos para controlar la contratación de deudas estales. Instrumentar un censo nacional de maestros, para terminar con la situación de que no se sepa cuántos maestros realmente están dando clases  y cuántos están desarrollando actividades con fines políticos. Orientar el presupuesto necesario para asegurar el acceso de los jóvenes a la educación media superior y superior. Un replanteamiento del tema de seguridad, que buscará concentrar los recursos en la prevención del delito. No se privatizará Petróleos Mexicanos. Los cambios se realizarán sin reformar el artículo 27 de la Constitución. Son 105  propuestas mismas que se traducirán en iniciativas y reformas a discutir en el Congreso.

Nos pareció demasiado hermoso para ser verdad. Pues bien, resulta que  el mentado Pacto por México, cuya firma sería ayer en Querétaro se suspendió, y es que, el que se quema con leche, hasta al jocoque le sopla; la Comisión Política Nacional del PRD prohibió a Jesús Zambrano su presidente, que firmara el pacto ayer y le ordenó que esperara hasta después del 1° de diciembre, una vez que Peña Nieto haya tomado posesión, pero seguir abiertos al diálogo reelaborando una agenda que debería ser aprobada por el Congreso Nacional el 15 de diciembre, pero no la que plantearon el PAN y el PRI sino una más transparente.

Y es que conociendo al PRI y al PAN y después del plantón que le asestaron a los legisladores del PRD con la reforma laboral en la que los panistas rompieron alegremente su alianza con aquél para impulsar la democracia sindical y la transparencia y aliados con los priistas  suavizaron” dos artículos, de manera que,  si alguien confía en los acuerdos de senadores y diputados del PIR-PAN, que se atenga a su ingenuidad.

Esta semana en su estancia en Canadá, Peña Nieto elogió el pacto y  su equipo de transición envió una invitación a los medios para asistir a la suscripción de éste en Querétaro y nada, que se suspendió la mentada firma del anunciado Pacto por  México. No obstante, Zambrano asegura que el Pacto va, que muy pronto será firmado.

No deja de sorprender que Peña Nieto se va tropezando con algunas piedras en el camino; esta misma semana la ira ciudadana se dejó sentir por el cerco exagerado que pusieron en una amplia zona de San Lázaro con una semana de anticipación a la toma de protesta del presidente electo, los diputados del PRD derribaron una parte y la presión ciudadana obligó al Estado Mayor Presidencial a disminuir el perímetro del cerco.

Es alentador observar que los ciudadanos estamos dispuestos a defendernos del autoritarismo que pretendiera  ejercer la próxima administración federal del Ejecutivo porque la presión social, es el único lenguaje que entienden los que dominan en este país. Defendernos es la ruta.

Posdata

Dicen que el PRI estatal advirtió que, alcalde no nomina alcalde, cosa rara, muy rara, por qué no aplicó la máxima  cuando Humberto Moreira puso a su hermano mayor en la gubernatura, ¡ah!, ya sé es que entonces el presidente del  PRI estatal era el propio Rubén quien para eso estaba ahí, para que no le fueran a comer el mandado y los priístas mansamente se sometieron a los designios de sus “jefes”, la sumisión genera muy malos y adversos  resultados, ahí está la megadeuda.

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