Horizonte ciudadano
La política en las escuelas
El debate sobre la situación del Sindicato Nacional de la Educación (SNTE), la política, su relación con los gobiernos y los partidos políticos es una maraña intrincada y compleja que es posible que no nos alcance la vida para conocerla a cabalidad.
Hace algunos meses se hizo público otro asunto preocupante que debiera ser atendido por las autoridades de la educación, el IFE y el gobierno federal. En efecto, se descubrió que el Partido Nueva Alianza (Panal) distribuyó propaganda disfrazada de material educativo, esto ocurrió en Baja California Sur.
El hecho fue repudiado por la sociedad ya que se descubrió que los líderes del Panal-SNTE realizan proselitismo político entre niños y jóvenes.
Es público, desde hace varios años que el Panal a través de la dirigencia nacional del SNTE despliega una intensa actividad política en las escuelas para reclutar trabajadores de la educación a fin de contar con un ejército de militantes para ese partido ya que consideran que el sistema escolar es un “terreno natural” para ejercer su acción política y captar adeptos, de hecho en sus inicios la líder del Panal y del SNTE, abiertamente proclamaba que ese era “el partido de los maestros”; luego se percató de que eso era una torpeza y optó por negar toda relación SNTE-Panal.
¿Se puede hacer política en las escuelas? La respuesta es no, porque al hacerlo se atropella el artículo 3° de la constitución y la ética fundamental de la educación.
Sin embargo, en las escuelas todo el mundo conoce el nuevo activismo del SNTE a favor del Panal y cuando está en puerta una elección surgen líderes sindicales que organizan grupos para intervenir en los procesos electorales mediante formas legales o ilegales, en estas páginas se han descrito todas las triquiñuelas del SNTE a favor del PRI, pero ahora también para el Panal, que son miméticos.
Los maestros del SNTE-Panal son docentes en activo a quienes les es retribuido su “trabajo” mediante becas o comisiones o docentes que están separados del trabajo.
Estas maniobras politiqueras atropellan los valores fundamentales de la educación e implican una ofensa y humillación para los maestros que aman su trabajo y están convencidos de que su labor puede ser la salvación de este país, pero que además repudian la grilla y el ambiente de corrupción que sostienen los líderes del SNTE.
En las recientes elecciones en Coahuila hubo evidencias de que maestros de diversas escuelas de educación secundaria, de las colonias populares mandaban a sus alumnos a repartir propaganda de los candidatos del PRI,
Según reportaron delegados del SNTE algunos delegados de las secciones del SNTE de Coahuila y otros estados estuvieron participando en el apoyo a los candidatos del Panal y sus gastos de traslado, hospedaje, alimentación fueron cubiertos con cuotas del SNTE.
Especialistas en derecho electoral como John Ackerman , especificó que esos hechos constituyen delitos electorales y penales que van desde un retiro del registro al organismo político hasta la pena de uno a nueve años de prisión a los responsables.
Finalmente hay que reprobar que la escuela se convierta en un trampolín político, mediante el cual, partidos políticos y profesores capten adeptos y votos para una campaña electoral.
Los maestros no debieran permitir que los niños y jóvenes sean víctimas de intereses partidarios bajo el disfraz de una docencia dirigida por personas que van tras el poder, pero para los que la calidad de la educación es la última meta por alcanzar.
No es posible que los ciudadanos sigamos cruzados de brazos, contemplando como la clase política corrompe y prostituye todo lo que toca, es tiempo de actuar, hay muchas formas, no te disculpes, las cosas están así porque nosotros lo permitimos.
rosaesther80@gmail.com
lunes, 15 de agosto de 2011
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