Donde hay opacidad habrá sorpresas amargas
Rosa Esther Beltrán
24-Agosto-2011
El mes de agosto ha sido pródigo en malas noticias para los coahuilenses, y ciertamente no ha sido el exceso de calor ni la falta de lluvia. No, ha sido el derrumbe estrepitoso ante la opinión pública de un gobierno que durante mil 825 días se proclamó como el Gobierno de la Gente. Durante todo ese tiempo estableció una política social de Cero Marginación, además de programas como la Tarjeta del Hogar, las farmacias, el agua, los condones de la Gente, útiles escolares, uniformes, zapatos de la Gente y programas para los adultos mayores, para jóvenes y mujeres. De Gobierno de la Gente pasó a ser el Gobierno Indigente.
En el Quinto Informe de Gobierno de Humberto Moreira se lee: “Coahuila, de acuerdo a un estudio realizado por la Escuela de Graduados de la Administración Pública y Política Pública del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, se coloca en la séptima posición nacional en eficiencia gubernamental en el rubro de finanzas públicas. Somos también, señala ese análisis, el primer lugar nacional en crecimiento de los ingresos propios. Aunado a lo anterior, somos la segunda entidad con menor riesgo en deuda… En términos generales nuestros avances en el rubro de eficiencia se enfocan mayormente en el manejo de los recursos y el desempeño de los servidores públicos” (p.189).Y continua: “Las calificadoras Fitch Ratings y Standard & Poor’s ratificaron a nuestro gobierno con las calificaciones AA(mex) y mexAA respectivamente correspondientes a muy alta calidad crediticia… La deuda se encuentra en niveles bajos y ha sido contratada en las mejores condiciones financieras” (p. 190).
Estimada lectora, lector, disculpe la extensión de las citas, pero considero importante el antecedente para tener claridad entre los dichos y los hechos. El informe se dio el 5 de noviembre de 2010; el 4 de enero el gobernador Moreira renunció y lo sustituyó Jorge Torres López, a quien el ex gobernador ahora responsabiliza del desastre financiero de su sexenio, pero es difícil creer que en menos de tres meses Torres López haya sido capaz de armar tal debacle en las finanzas públicas del Estado.
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El Gobernador interino insiste en que no se politice el asunto de la deuda ¿Por qué no admite que es un asunto político? Es nada menos que el destino de nuestros impuestos, los de los mexicanos, no nada más los de los coahuilenses, ya que se trata del destino de las participaciones federales y las locales.
Conviene que los emisarios de Moreira no cambien el sentido de los reclamos. ¿Que las obras justifican el gasto? No lo ha demostrado, porque sus cuentas están muy mochas. Hasta ahora el profesor no ha rendido cuentas claras de cuánto gastó en los puentes, las escuelas, los hospitales, de los que algunos por cierto están sin utilizarse, como el de la Carbonífera.
En el endeudamiento hay varios delitos que perseguir: falsificación de documentos; fraude; entrega de documentación falsa para la obtención de un crédito; el enriquecimiento de sus subordinados, los servidores públicos ahora prófugos, ¿quién protege a Javier, a Lorenzo, a Vicente? “¡Ya chole con Chaires”, dijo Moreira, “ya chole!”. ¡No señor, informe, rinda cuentas! ¡Más impunidad, NO!
Se percibe que los defensores del inefable profesor son beneficiarios de su administración manirrota, que aventaba dinero, millones de pesos en todas direcciones, además se percibe que no saben que no todos los coahuilenses, o muy pocos, cuentan con tarjetas de crédito para pagar el Fobaproa de Coahuila.
Moreira abrió su Gobierno con una deuda de poco más de 300 millones y ahora los pasivos llegan a casi 34 mil millones pesos que, por cierto, le costarán al erario estatal al menos mil 300 millones de pesos al año por el pago de intereses, debido a la caída de su calificación crediticia.
Ayer el profesor denunció que el Gobierno Federal lo ha metido en una “guerra sucia”. Pobrecito, pero para su consuelo el fin de semana estuvo en el hotel más caro de Playa del Carmen con los 240 diputados del PRI más, asistentes, asesores, secretarias.
El hotel cuesta 578 dólares la noche del cuarto más barato. Comieron platillos de delicia, vinos y postres de lo más selecto. Ahí estuvo Rubén Moreira y dijo que está tranquilo y que recurrirá al endeudamiento para gratificar a Coahuila.
Y hablando de deudas. Hoy se cumple un año de la masacre de San Fernando en la que fueron asesinados 72 migrantes centroamericanos. Hay más de 70 detenidos como presuntos responsables, pero no hay sentenciados. Los secuestros y la impunidad continúan. Exigimos a las autoridades que apliquen la ley y se haga justicia.
miércoles, 24 de agosto de 2011
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