A Moreira, el gober justiciero, los opinadores, la iglesia, los ciudadanos le están tundiendo, le están recetando una sopa de su propio chocolate. Ha estado en la cresta de la ola mediática por más de 12 días, gracias a su refulgente propuesta de la legalización de la pena de muerte. Era lo que el buscaba, los reflectores. Ha conseguido también que lo califiquen como cabernícola, dictador, fantoche, etc. etc.
Duro al mequetrefe, bailarín. Duro.
lunes, 8 de diciembre de 2008
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