Sergio Elías Gutiérrez9
Dic. 08
La humanidad debería estar mañana de fiesta. Se conmemoran 60 años de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU. Esta declaración fue elaborada entre 1946 y 1948 por una comisión presidida por la señora Eleanor Roosevelt; entre sus integrantes estuvo el celebre jurista francés René Cassin.
En la Segunda Guerra Mundial se dieron las mayores violaciones de los derechos humanos que haya conocido la humanidad. Millones de niños, mujeres y adultos mayores que no participaban en la guerra murieron en ella. Afortunadamente, no se ha vivido otra situación igual, aunque en muchos países los objetivos de la Declaración son una asignatura pendiente.
La Declaración de 30 artículos es uno de los documentos internacionales de mayor relevancia. En su preámbulo señala que "es un ideal común a realizar por todos los pueblos y todas la naciones a fin de que los individuos y todos los órganos de la sociedad tengan a esta Declaración constantemente en el espíritu, y se esfuercen por la enseñanza y la educación y por desarrollar el respeto de estos derechos y libertades, y asegurar por medio de medidas progresivas de orden nacional e internacional el reconocimiento y la aplicación universal y efectiva en los estados miembros".
A partir de ésta se desarrolló una cultura de promoción y respeto por los derechos humanos en casi todo el mundo. Como consecuencia, de 1948 a la fecha se han expedido o signado 12 convenciones o tratados, ya sea de manera regional, en Europa, Asia, o la más cercana a nosotros: la Carta de la Organización de los Estados Americanos.Otros se han firmado para reforzar derechos de determinado grupo social, por ejemplo, los que buscan proteger a los niños, niñas y adolescentes; a las mujeres; a los indígenas; o a los trabajadores, por citar los más relevantes.
Muchos han influido en nuestro marco normativo interno, al incorporar estos derechos a la Constitución, o vía la Suprema Corte de Justicia que, en sentencias recientes, ha reconocido que se pueden invocar los tratados internacionales en defensa de los derechos.
Por reformas a la Constitución del País, particularmente en el artículo 4, se reconocieron derechos a grupos determinados de personas; se reforzó la prohibición de dar trato desigual en la ley a las mujeres frente a hombres; se especificó que los niños tienen derecho a gozar de una alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral.
Se estableció que ante la imposibilidad de los padres para preservar estos derechos, "el Estado proveerá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos".
¿Cuántos de nuestros gobernadores o alcaldes saben que hay una ley para los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y que ésta les impone la obligación de atenderlos ante la imposibilidad, por cualquier causa, de que los padres puedan proveerles lo mínimo a sus hijos?Pasar de la consagración de los derechos a la realización de sus postulados es un asunto de la mayor jerarquía política. En los últimos años hemos vivido una expansión declarativa de los derechos humanos, pero desgraciadamente esto no coincide con la realidad.
Millones de niños viven sin alimento suficiente, los indígenas fueron reconocidos como grupo preferente de atención en sus derechos y siguen siendo los más pobres entre los pobres; las mujeres viven y mueren víctimas de la violencia por el sólo hecho de serlo.
Las autoridades refuerzan el poder del Estado para combatir la inseguridad. Lo mismo debería suceder con los derechos de los desprotegidos por la sociedad.
Vivimos con la ilusión de tener el juicio de amparo para proteger las garantías penales de los ciudadanos, pero no existe remedio efectivo contra el abandono de infantes, la discriminación o la exclusión de los beneficios sociales. Tenemos, desgraciadamente, muchos derechos sin garantía.
A propósito del tema, alumnos y profesores de la Facultad Libre de Derecho (FLD) y de la EGAP del Tec de Monterrey, al margen de celebraciones oficiales, recordarán mañana los 60 años de la búsqueda de la dignidad humana a través del derecho. La cita es a las 16:00 horas en la sede de la FLD allá por Morones Prieto al poniente.
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