Publicado en PALABRA
31 Oct. 08
Ayer se instaló el Consejo local del Instituto Federal Electoral. Su presidente, José Luis Vázquez López, ofreció un mensaje de bienvenida en el que enfatizó los compromisos que ese órgano electoral contrae con la ciudadanía de Coahuila.
Vázquez López convocó a los medios de comunicación, a las universidades, a los diferentes ámbitos de gobierno y a los ciudadanos en general, a que contribuyan para que el 5 de julio se convierta en una verdadera fiesta cívica.
El presidente del consejo también señaló que en este proceso electoral será crucial fortalecer la democracia participativa por ser ésta el único mecanismo con el que contamos para salvaguardar las libertades; es del IFE, dijo el presidente, la responsabilidad de que los candidatos electos lleguen al Congreso de la Unión con plena legitimidad y legalidad.
El presidente y el consejo rindieron protesta de guardar y hacer guardar las leyes electorales, y enseguida se aprobaron los planes e informes de las distintas vocalías.
Por su parte, el representante del PRI ante el consejo local, Ramón Verduzco, leyó una arenga en la que presentó a su instituto como el reverso de la medalla de lo que ese partido hace en los procesos electorales: más allá de la mercadotecnia y del oportunismo de coyuntura, el PRI le apuesta al voto; que sea la ciudadanía la que valore en conciencia y con libertad, sobre el presente y el futuro de la nación. Pero, ¿de qué partido hablaba? Habló del respeto, de la lealtad; buen discurso, lástima que la práctica lo desdiga.
Fue sorprendente que el resto de los partidos permanecieran en silencio, el representante propietario del PAN, Luis Rico Samaniego, ni siquiera se presentó, y la suplente andaba como a diez cuadras del desfile; típico del PAN, lo más lejos que llegan es a impugnarse a sí mismos.
Pero fue significativo que habiendo sido los que más cuestionaron la elección del 2006, ni el PT, ni Convergencia, ni el PRD, plantearan al menos su confianza en que la reforma electoral que recién se aprobó, será un factor que resguarde la legalidad y transparencia del proceso, pero no, parecía que estaban desmañanados, ningún reclamo, ninguna observación.
El consejo local organizará y conducirá este proceso electoral en el que se elegirán siete Diputados federales; la elección del año entrante se presenta en una situación particular de escepticismo hacia ese organismo, dada las circunstancias de ilegalidad que se desencadenaron en la elección del 2006, que han sido las más competidas y cuestionadas de la historia de este País.
Ahora, hasta por el propio ex presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, sale a hacer revelaciones de que fue presionado, tanto por Fox como por Felipe Calderón y su aliada Gordillo, para que anunciara anticipadamente que las tendencias electorales favorecían al candidato de Fox; Ugalde había advertido el 28 de agosto de 2007 "jamás renunciaré", porque consideraba que con ello vulneraría de manera irreparable la credibilidad y autonomía del IFE; Luis Carlos empezó mal y terminó peor, el 14 de diciembre anunció su retiro del IFE, en lo que tuvo razón fue en que el IFE quedó dañado, y restaurar la confianza será un proceso largo y sinuoso.
Los consejeros y el personal del servicio electoral tienen una deuda con la ciudadanía, y lo menos que pueden hacer ahora es asegurarnos un proceso firmemente apegado a la certeza, a la objetividad, independencia y a la equidad; no aceptamos a un árbitro parcial como el de la elección local del 19 de octubre.
rosaesther80@yahoo.com
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