miércoles, 13 de marzo de 2013


El PRI y sus candidatos
Rosa Esther Beltrán

13 marzo 2013

En medio del triunfalismo tradicional, sin salirse un milímetro de los cánones demagógicos de enorme acarreo, con más de 30 mil priístas, según las cuentas de los organizadores, entre los del pueblo -algunos molestos porque no había lonche-, el octogenario celebró su Consejo Político y la toma de protesta de los 38 candidatos a Alcaldes, obedeciendo el mandato supremo: rendir culto a la personalidad, el aplausómetro y la simulación.

En la selección de candidatos del partido tricolor destacó la postulación de exalcaldes y de algunos que brincaron de otro puesto de elección, rompiendo su compromiso con los votantes, lo cual ya es una costumbre que para los priístas es normal y hasta legal, pero que muchos ciudadanos reprueban, por lo que hubo quienes se ampararon para detener esta práctica nefasta; además, predominaron los “candidatos de unidad”; es decir, postulados por dedazo, lo cual tampoco extraña en este partido en el que la disciplina, la sumisión, son exigidas.

Fernando de las Fuentes Hernández, fue alcalde de Saltillo del 2006 al 2008, cuando pidió licencia para postularse a una Diputación local; entonces fue líder del Congreso local y encabezó la bancada priísta que autorizó la reestructura de la megadeuda contraída durante el sexenio de Humberto Moreira Valdés, aprobando leyes a modo. Al postularse para la elección de Alcalde del 7 de julio, dejó su curul de Diputado federal del Distrito 4; fue el único que se registró para repetir en el cargo de Presidente Municipal de Saltillo.

Otro caso fue el de Jorge Williamson del Bosque, quien ocupó la Alcaldía de Monclova del 2003 y 2005, y al terminar su gestión se conocieron presuntas irregularidades que trabaron la autorización de las cuentas públicas del Municipio, aunque finalmente las cuentas fueron aprobadas sin objeción por sus correligionarios. Ciertamente los priístas se molestaron por considerar que su partido no dio oportunidad de registro a otros aspirantes al poner trabas en su documentación ¿Dedazo? Usted dirá.

En Ramos Arizpe, Ricardo Aguirre Gutiérrez, ¿gobernó? el municipio del 2006 al 2009, siendo militante del PAN, ahora se postula bajo las siglas del PRI. Chaqueteó “El Richi” ¿Convicciones? No, intereses. Durante este ganará más dinero con el PRI. Según él, el PAN no tiene oportunidad, pero hay otros casos, como el de Parras, General Cepeda, Arteaga, Castaños y Matamoros y, finalmente, en 8 municipios el PRI postuló candidatos que ya han ocupado la Alcaldía que disputarán ¿Será que no tienen perfiles idóneos para estos cargos?

Sólo dos mujeres, la candidata de Frontera, Bella Esmeralda Alemán Reyes, que por cierto es esposa del todavía alcalde Jesús Ríos, lo cual deja claro que ya se hizo costumbre la consanguinidad sucesoria, desde que se instaló el clan Moreira en el poder estatal; que esta práctica se generalice ya no extraña. En Nava, la candidata es Ana Gabriela Fernández Osuna. Sólo dos en medio de los reciclados.

La dirigencia priísta se pasó por, salva sea la parte, la Ley Electoral de Coahuila (29-06-10), aprobada siendo todavía gobernador el ahora brillante estudiante de Maestría Humberto Moreira, becado por el SNTE. Esa ley establece en su artículo 17-3 que “Los partidos impulsarán la paridad de género en la integración de las planillas para integrantes de los ayuntamientos. Y el Artículo 27-e, que establece la obligación de promover la igualdad y la equidad entre hombres y mujeres. Pero también el Artículo 35-p estipula que “…Son obligaciones de los partidos políticos… Garantizar la equidad y procurar la paridad de género en sus órganos de dirección y en las candidatura a cargos de elección popular”.

En la 21 Asamblea del PRI se presentó el reclamo en lo relativo a la cuota de género en las candidaturas a cargos legislativos y en planillas municipales. Aunque en los estatutos del PRI se encontraba inscrita la paridad de género, lo cierto era que, con el pretexto de la excepción permitida por el Cofipe, en las candidaturas de mayoría relativa la participación de mujeres venía siendo escamoteada una y otra vez. El juicio que mujeres de varios partidos, de manera destacada del PRI, promovieron y ganaron a finales de 2011 ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, obligó a los partidos a cumplir la cuota de género: mínimo 40 por ciento, con propietarias y suplentes mujeres, en candidaturas para Diputados y Senadores, tanto de mayoría como plurinominales. Gracias a esa batalla, la 62 Legislatura tiene en números absolutos y relativos, el más elevado de mujeres en toda nuestra historia.

Con ese antecedente, Silvia Hernández se presentó a la Asamblea y logró que en los estatutos se exprese que el PRI garantizará, que en las candidaturas para cargos legislativos, federales y estatales, así como en planillas municipales, las mujeres representen, al menos, el 40 por ciento del total.

Cabe preguntar, ¿qué sanciones aplicará el “democrático” IEPC al PRI y otros partidos por incumplir con estos mandatos electorales?, ¿o también mandará al basurero la ley que los consejeros protestaron cumplir y hacer cumplir?, ¿o se les aplicarán a ellos los artículos 220- a, 224-c y e, 256-b, 260-c, y a los partidos que incumplan con la equidad de género?
¿Tendrá presente el Ejecutivo Estatal que la Ley Electoral local prohíbe explícitamente la utilización de los programas sociales de los tres ámbitos de Gobierno con la finalidad de inducir o coaccionar el voto (224-e)? Ya le advirtió Peña Nieto, su Presidente, que “no hay intocables”.

Hay fuertes rumores de que Fernando de las Fuentes va por la Presidencia Municipal, ganarla, dicen, y luego renunciar a favor de Álvaro Moreira; sería un truco muy burdo, pero ya sabemos que el clan es capaz de todo.

El reciclaje, el antidoping y el formato por el que los candidatos renunciaron al secreto bancario, son simulación, es la doble moral de que hace gala el tricolor. Créanle.

rosaesther80@gmail.com

 

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