Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán
¡Verás cuánta bajeza, cuánta maldad
se esconde a veces bajo la máscara
del buen sentido.!
Arturo Graaf
Fanfarrias y ataques
Ya lo hemos dicho en éstas páginas en repetidas ocasiones, si hay enemigos visibles de los ciudadanos, con nombres y apellidos, ésos son los políticos.
Vea: El ex gobernador de Coahuila, el emblemático profesor Moreira dice que lo están atacando los resentidos, los que perdieron las elecciones pasadas de gobernador.
El profesor no toma en cuenta que dejó el Estado ahogado en deudas, que manejó prácticamente en secreto un fondo revolvente de 10 mil millones de pesos, que eludió los controles del Congreso coahuilense que debe autorizar todos los créditos de largo plazo, se brincó ese engorroso trámite contratando deuda de miles de millones de pesos a corto plazo.
Se ocultó información, se manipularon cifras, se falsificaron documentos y cuando el profesor se fue a dirigir el PRI, la bomba estalló, hizo crecer la deuda del Estado en más de 400 por ciento; y Coahuila se quedó con una terrorífica deuda de 34 mil millones de pesos, pero ahora el profesor asume un papel de víctima y no le queda, se dice afectado por una guerra sucia de sus opositores ¿No serán más sucias las maniobras y las mentiras que él urdió para engañar a los coahuilenses? ésas si están a la vista, lo demás son fanfarrias de él y sus cómplices, como Salvador Hernández Vélez.
El excelso profesor piensa que trata con imbéciles.
Una pregunta, ¿Por qué si un médico puede ser juzgado por negligencia, por qué repito, a un gobernante que agrede y afecta a millones de ciudadanos no le pasa nada?
Otra perla que es preciso mostrar para que nadie se llame a engaño es que, durante el mandato del ex gobernador, hoy flamante presidente del PRI, se organizaron diversas manifestaciones en contra de los “gasolinazos”; el 10 de mayo del año pasado, siendo él gobernador, colocó en su escritorio leyendas de protesta que rezaban: "Que triste regalo del Día de las Madres: Otro gasolinazo!". "Dos aumentos en diciembre del 2009 y cinco en lo que va del 2010".
En enero de 2010, 4 mil personas, encabezada por el entonces presidente del CDE del PRI, Rubén Ignacio Moreira y Salvador Hernández Vélez con una abrumarte mayoría de militantes priistas, tomaron las calles de la ciudad de Torreón, donde manifestaron su enojo contra el Gobierno federal por los constantes aumentos a las gasolinas, el diesel y los alimentos.
Un mes después en Saltillo, “la marcha del cacerolazo” con enormes mantas en contra del gasolinazo concentró a María Thelma Guajardo, la comadre de Rubén Moreira, a Refugio Sandoval, Francisco Navarro Montenegro. ¿Los conoce? Todos sabemos de cuál pata cojean, el dinero señores, el dinero; cree usted que a Guajardo, Sandoval y Navarro les importa el bienestar social, por favor, nos han dado muestras suficientes durante años de a quién sirven, y en de dónde cobran por ello.
Este recuento no es un cuento. Esta semana el PRI en el Senado exigió al Gobierno federal entregarle una "tajada" de los recursos millonarios que recibe por la venta de combustibles, por el aumento a las gasolinas; los diputados del PRI pretenden, dicen, destinar ese dinero a la creación de un Fondo Nacional de Inversiones diseñado para financiar proyectos de transporte urbano y suburbano en los estados y municipios, ¿usted les cree?
Seguro serán recursos para comprar el voto en 2012 a favor de Peña Nieto; quién los audita, nadie, harán exactamente lo que hicieron los Moreira en Coahuila con el plan Mas/Mejor.
La lucha en contra de los gasolinazos quedó en complicidad y terminó en ataque contra los ciudadanos, ¡Qué viva la congruencia! Pero ahora los coahuilenses comenzamos a pagar los platos rotos, ya que se pretende en el paquete fiscal del año próximo, incrementar un 200 por ciento el impuesto sobre nóminas, ¿permitiremos que echen sobre nuestros hombros la irresponsabilidad e ilegalidad de los funcionarios públicos?
El PRI, va tras el dinero para comprar el voto en 2012 y les dice a los ciudadanos, “vota y no te metas en política” porque nosotros sabemos cómo hacerlo.
Aquí el PRI nos ha sumido en un agujero que nos costará al menos 40 años para pagar la deuda que el profesor y sus cómplices se oponen a transparentar; pero la verdad es que están en juego nuestros derechos a la seguridad social, a las pensiones, a un salario digno, al bienestar social general, ¿Le parece poco? Usted dirá.
viernes, 28 de octubre de 2011
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