Las mujeres en el 2°
Informe
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Es necesario continuar analizando el 2° Informe del Ejecutivo federal a
fin de poder contrastar sus dichos con los hechos, lo cual nos dará certeza
para establecer en qué medida lo que se presentan como “avances” en realidad lo
son.
Aguanté estoicamente las 2 horas del Mensaje y uno de los momentos en los el aplausómetro
registró el nivel mayor de intensidad
fue cuando Peña Nieto se refirió a la reforma enviada hace un año al Congreso
de la Unión para que los partidos políticos estuvieran obligados a otorgar
a mujeres el 50 por ciento
de sus candidaturas al Senado y a la Cámara de Diputados. El objetivo era
garantizar que las mujeres que quieran ser diputadas o senadoras no se topen de
entrada con una barrera que convierta su
trabajo político, su conocimiento y sus aspiraciones profesionales en la burla
de sus compañeros de partido. Con la propuesta en la Reforma político electoral, la paridad de género fue
aprobada en las Cámaras, pero habría que recordar que fue resultado de la
tenacidad de las mujeres pues desde hace muchos años se venía luchando por
ello.
Igualmente en el Informe se declara que el gobierno incorporó la
perspectiva de género en todas las políticas públicas, programas, proyectos e
instrumentos y acciones afirmativas de la Administración Pública Federal, y
como ejemplo resaltó la publicación del Programa Nacional para la Igualdad de
Oportunidades y No Discriminación contra las Mujeres; se incluyen el incremento
del presupuesto etiquetado para la igualdad de género, que para 2014 alcanzó 21
mil 522 millones de pesos, el Seguro de
Vida para Jefas de Familia; el Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a
Madres Trabajadoras, y la creación de cinco Centros de Justicia para las
Mujeres.
Peña Nieto eludió mencionar la violencia extrema que padecen las
mujeres en el Estado de México, entidad que él gobernó, ése es un fenómeno que
se engendró en su administración y que se
ha tornado sistemático e incluso ha rebasado la tragedia de las mujeres y niñas
asesinadas en Ciudad Juárez, pero igualmente se ha presentado en los estados de
Hidalgo, Morelos, Chiapas y Guanajuato, en los que se ha exigido la activación
de la Alerta de Violencia de Género (AVG) sin ser atendida la exigencia, y
tampoco habló de la desaparición de mujeres, jóvenes y niñas.
A propósito de feminicidios, en Saltillo, sí aquí, hace casi un año, Ángel Javier Guadarrama, estranguló
y descuartizó a su mujer y a pesar de su crudelísimo crimen no lo condenaron a la pena
máxima de prisión que son 50 años, sólo le dieron 26, ¡vaya benignidad la de
los jueces!
El 2° Informe omite también la realidad de las mujeres migrantes que
transitan por México, a pesar de que sobran datos de los defensores de estas
víctimas de que al menos 6 de cada 10 de ellas son ultrajadas sexualmente y
víctimas de trata y no reciben atención médica si están embarazadas.
La violencia contra las mujeres es una realidad contundente, evidenciada
por los informes de los organismos internacionales y las organizaciones civiles
nacionales, de manera que no se justifican las omisiones del Informe. Veremos
si en la Glosa las diputadas exigen el tratamiento de estos temas.
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