Una vieja forma de gobernar
Rosa Esther Beltrán
Enríquez
La Nueva Forma de Gobernar incorpora en su totalidad formas
tan antiguas, octogenarias digamos del ejercicio del poder. En efecto, en la
vieja forma de gobernar, el nepotismo, la corrupción, el engaño, la
simulación, la manipulación de la libertad de expresión, la rapiña, la
represión han sido un estilo, la marca indeleble del tricolor y sus gobiernos.
El tiempo vuela y Coahuila marcha día a día con un gobierno
estatal cada vez más apurado y con más dificultades para justificar
su existencia; recientemente el que dice que gobierna el estado manifestó que
pretenden que, “con la nueva Ley de Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales de Coahuila se vigilen los recursos y que se sepa a dónde va
el dinero”... ¿No lo sabe, cree que los coahuilenses no lo saben? ¿Será que él
ignora que el dinero quedó en familia?
Moreira Valdez llegará en siete meses a la primera mitad de
su administración y los resultados de su gobierno han sido exiguos, raquíticos,
magros para ser benignos.
Los programas de inversión y obra pública tuvieron una
fuerte disminución en el primer trimestre de este año, la caída fue de 78 por
ciento al compararse con lo ejercido en igual rubro durante el mismo trimestre
del 2013, además de que los ingresos fueron menores en un 9 por ciento;
también, el año pasado el gobierno tuvo un subejercicio del 28 por ciento. Por
si alguien lo ha olvidado, cuando fue diputado federal Rubén Moreira fue un
crítico y feroz persecutor de los subejercicios de la administración
calderonista.
Hace escasos 2 meses arrancó el programa, “Mil Obras para
Coahuila”, que alcanzaría un monto de 8 mil millones de pesos, pero la cuestión
es que algunos de los proyectos son continuación de obras del año pasado, como
es el caso del “segundo piso” de Periférico Luis Echeverría y Abasolo, o
bien se trata de ampliaciones y techos de escuelas, costos que financia casi en
su totalidad la federación por medio del Instituto Nacional de Infraestructura
Educativa; también hay pavimentación, bacheo, obras hídricas menores, en algunos
casos se trata de obra pública que compete a los municipios.
Según declaraciones de Ismael Ramos en marzo pasado (funcionario
que en petit comité comentó, “me tocó lavar los pañales”, refiriéndose a que él
fue el negociador de la reestructura de la Megadeuda), que apenas se habrían
rebajado unos mil millones de pesos al capital de la deuda de Coahuila, a ese
paso, con bastante suerte quizá para 2048 podría saldarse el total del adeudo,
eso si no aparece por aquí Humberto Moreira.
Leyes, leyes, leyes, cada semana se festeja solemnemente,
con gran parafernalia el lanzamiento de una nueva ley que hará de Coahuila,
dice Moreira Valdez, modelo nacional, en realidad ya lo es, pero de lo que no
debe hacerse. Muchas leyes y más que escasos resultados.
Los gobiernos emanados del PRI no pueden impulsar el cambio
político porque su objetivo es permanecer en el poder a como dé lugar, el ADN
del PRI es gobernar ejerciendo la autocracia, el autoritarismo, la simulación;
su estilo de gobierno conlleva el despilfarro en publicidad, la
discrecionalidad en cuanto al uso y abuso del gasto público, para lo que
mantiene a las instituciones secuestradas y aquí se presentan solamente algunos
ejemplos de la vida diaria en Coahuila y el domingo mis colegas presentaron
otros y el martes y jueves otros.
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