Isidro en su laberinto

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán

Isidro en su laberinto

El periodicazo fue duro y a la cabeza, dirigido al primer priísta del país Enrique Peña Nieto y a otros funcionarios federales y hasta el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plasencia Villanueva fue incluido en el desplegado.

Exhibir el espionaje telefónico del que presuntamente ha sido objeto esta administración municipal por parte de “quien sabe quién” suscitó una inmediata y en alguna medida, airada respuesta del primer priísta de Coahuila, Rubén Moreira quien condenó el hecho y dijo que ordenará al Procurador, Homero Ramos Gloria investigue la queja del Alcalde, con lo cual es previsible que el asunto tenga un destino: LA CONGELADORA.

Don Rubén recrimina al alcalde López Villarreal el haberse enterado del espionaje por el desplegado en cuestión, y yo me pregunto, qué le informa su oficina de comunicación cuándo este tema se presentó en la opinión pública desde hace varios días, cómo que se baja el cero y no contiene, ¿por qué le ocultan los hechos cuando debiera ser el primer enterado de ellos? Malvados.

Pero además, en el desplegado se afirma que, “La situación ya fue planteada al Gobernador del Estado… sin que hasta el día de hoy se haya hecho nada para detener el espionaje”… ¿Quién miente?

También habría que tener en cuenta que el espionaje es una vieja práctica en Coahuila y que han sido los gobiernos estatales los que la han ejercido, Enrique Martínez, Humberto Moreira y…pregúntele a don Raúl Vera o a Nelly Herrera si han sido objeto de espionaje.

El discurso de don Rubén sorprende, expone que los asuntos debieran, “resolverse en un clima de armonía y democracia que hemos armando”: ¿A cuál entidad federativa se estará refiriendo? ¿Armonía? ¿No ha percibido la crispación ciudadana que existe por la opacidad e impunidad en los asuntos de la megadeuda cuyos costos aumentan sin pausa gracias a la corrupción de las 2 administraciones anteriores de las que él no ha entregado la información?

No hace falta mucha inteligencia para darse cuenta de dónde procede la burda campaña de ataques a la alcaldía y más en una etapa de elecciones para la renovación del Congreso local; sin el desplegado, la campaña de ataques se habría incrementado a la décima potencia, es probable que ahora disminuya porque los autores han sido exhibidos a nivel nacional, ése es el lenguaje que entienden, quizá sus jefes los dobleguen, porque aquí son impunes.  

Se ve que el golpe dolió, aunque por otro lado, me parece que al Alcalde de Saltillo le falta firmeza y visión; señor, “a lo hecho, pecho”, reza el refrán popular, no se vale echarse atrás, porque una vez tomada una postura hay que afrontar las decisiones y defenderlas, a estas alturas, Isidro no puede alegar inexperiencia, tiene responsabilidades que no puede eludir y según la ley su autoridad es autónoma, no tiene que pedirle permiso a Rubén Moreira para actuar ni rendirle cuentas.

Don Isidro, la ciudadanía saltillense le dio un voto de confianza, usted le ganó al Diablo, ¿sabe lo que eso significa? Usted no puede vacilar, no puede dilapidar el capital político que la ciudadanía saltillense le entregó, aunque es lo que está haciendo. Alcalde usted debiera tener un grupo de asesores que le den agudeza, astucia, audacia a sus políticas, los actuales lo están defraudando y con ello a los saltillenses.

¿Por qué se excusa usted ante Rubén Moreira y ante las autoridades federales a las que dirigió el desplegado? Su comunicado es claro, contundente, “En Saltillo se violan permanentemente los derechos humanos mediante el espionaje sistemático de conversaciones telefónicas, atropellando la privacidad y la intimidad”…  

Señor Alcalde usted dio un golpe en seco, su protesta no se puede malinterpretar, la redacción es clara. Aunque no soy panista, lo felicito por el desplegado.

Ahora sí, preocúpate Jaime

Aguas de Saltillo se ha acostumbrado a violentar las leyes con la complicidad de los alcaldes y ahora nos coloca en el umbral de la escasez de agua, con todas sus consecuencias. Las organizaciones empresariales, los gobiernos y la mayoría de los saltillenses han sido indiferentes a las advertencias de las consecuencias de la sobreexplotación de las reservas hídricas. Ahora la Canacintra pedirá cuentas a Agsal, quizá valga más, tarde que nunca.