Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán
Alcaldes non plus ultra
El non plus ultra designa que, no hay más allá, sí, que los alcaldes de la zona sureste de Coahuila son excelsos, lo más grande, lo mejor, y para cerrar el cuadro perfecto, los tres son del PRI, el de Arteaga, el de Ramos Arizpe y el de Saltillo, son la triada eminente, excelsos ellos; pero como dijo un ranchero arteaguense, más bien son los “non pelustra”.
El de la ceguera crónica, Ramón Oceguera, dice que “ha trabajado arduamente… aunque falta mucho por hacer”, eso si se lo creo. Agarró la pala, con su ropa impecable, dice que recarpetearon y pavimentaron más de 101,288.72 M2. en las calles de la ciudad. Se recolectaron 11,463 toneladas de basura, aunque nada menciona del tratamiento que se dio a esos desechos.
Del gravísimo problema de la carencia de agua que por muchos meses supimos que padecieron los ramos arizpences, el alcalde Oceguera afirma que realizaron 829 viajes en pipas a colonias y ejidos; bueno, que los ciudadanos digan si el abasto del vital líquido en verdad se restableció.
También dice don Ramón que el ICAI le dio casi un 10 en trasparencia; ¿usted le cree? Por muchos meses supimos exactamente lo contrario. Afirma este Edil que DeAcero se convirtió en la primera empresa que compra agua tratada de la planta del municipio, esa es muy buena noticia, pero en ese rubro tiene un largo trecho por andar en 2 años y promover esta acción, porque son muchísimas empresas con las que cuenta su municipio.
Tampoco se refiere al grave problema del campo en el que los más de 70 ejidos y comunidades rurales están abandonados, la desnutrición y la pobreza los tienen en peligro de extinción y el Edil reparte aspirinas para un problema que requiere una cirugía mayor (Vanguardia, 4-12-11).
Por su parte, Ernesto Valdés Cepeda, el alcalde arteaguense rinde cuentas sobre los ingresos del municipio, lo cual es loable, señala que ingresaron poco más de 59 mdp.
Sorprende que a 13 días de haber asumido Rubén Moreira la gubernatura ya se le atribuya y agradezca que gracias a él dio inicio la obra del carril de baja velocidad, aunque no señala dónde, como que suena a coba.
El alcalde Valdés no menciona nada sobre las pérdidas que produjeron los graves incendios en las sierras del municipio, que por cierto, este año fueron intensos en diferentes rumbos. Y muy de pasada se refiere a los daños de contaminación del medio ambiente por los polvos emitidos por las pedreras.
En cuanto al alcalde del municipio de Saltillo, Jericó Abramo Masso, dice que su administración presenta un 96 por ciento de avance en los compromisos que contrajo con los saltillenses al solicitar su voto.
Siendo claros, el ex gobernador Humberto Moreira ya había impulsado un amplio programa de obra pública, sobre todo en vialidades cuando Abramo asumió la Presidencia Municipal, así que en alguna medida, encontró la mesa puesta.
Jericó afirma que el riego de las áreas verdes se realiza con agua tratada. Es probable que el uso del agua tratada para este fin sea reciente, porque en las plazas públicas de las colonias populares los árboles se están secando; señala también que se plantaron 18 500 árboles, para la gran expansión de la mancha urbana es muy poco, la deforestación de la ciudad es intensa, podría hacerse un plan con la UAAAN y otras universidades para reforestar con mayor energía nuestra ciudad y promover entre la población la cultura de la sustentabilidad.
Algo que no se menciona en el informe de Abramo es el cuidado por la calidad del aire, si usted ve la ciudad desde Lomas de Lourdes a eso de las 9 de la mañana, es increíble el nivel de polución que registra el valle de Saltillo y no sabemos si haya monitoreos para medir la calidad del aire que respiramos ni las enfermedades que esta contaminación puede provocar.
Lo que de plano se le ha presentado cuesta arriba a Jericó ha sido la modernización del transporte público que como todos sabemos es malo y caro, aquí lo dijimos cuando comenzó su administración, si puede con las mafias del transporte público, hasta le levantamos un monumento.
Igualmente, el problema de la inseguridad pública se incrementa, las balaceras son cotidianas, lo normal ahora es preguntar, ¿en dónde fueron, cuántos muertos hubo?
Los pendientes que tienen los alcaldes de la región sureste de Coahuila son cada vez más complejos y en algunos casos no hay la suficiente responsabilidad, ni rendición de cuentas, en cambio con recurrir al marqueting, a la propaganda política en grande se cree que se obtiene la confianza de la ciudadanía, lo cual es una equivocación, el derroche de recursos en propaganda debiera regularse, sobre todo en Saltillo, con tantas urgencias, no podemos seguir siendo la república del spot.
rosaesther80@gmail.com
sábado, 17 de diciembre de 2011
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