Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán
Enríquez
En memoria de mi admirado y querido
maestro, Arnaldo Córdoba.
Urge una legislatura distinta
Se cierró en Coahuila la
etapa de campañas electorales y es notorio el desinterés de la ciudadanía por
participar emitiendo su voto para diputados locales, por lo que, es de sentido
común prever un elevado abstencionismo, los interesados podrán disculparse argumentando que en este tipo de procesos la participación ciudadana
siempre es muy baja.
¿Qué puede explicar el
abstencionismo que se anticipa? Lo cierto es que hasta el más ciego puede ver
que resulta insostenible para Coahuila tener elecciones prácticamente cada año,
entre locales y federales las tuvimos en 2008, 2009, 2011, 2012, 2013, ahora en
2014 y vienen las de 2015, la fatiga ciudadana es evidente, estamos hasta el
gorro de propaganda electoral interminable y anodina. ¿Cuándo detendrán esta
sangría de recursos económicos tirados a la basura? No lo harán, se pagan con
nuestros impuestos, no con dinero de ellos.
Pero entremos a analizar lo que
está en juego en esta elección y que sería más que deseable que cambiara. Actualmente
estamos ante un Congreso cuya mayoría legislativa ha renunciado a la autonomía
que la Constitución le confiere para echarse, sin recato en brazos del
Ejecutivo estatal, es un Legislativo que prefiere no legislar, le es más cómodo
ratificar lo que le envía el primero y único poder del Estado; vea, los
diputados tricolores le han aprobado al dizque gobernador 121 iniciativas,
todas las que éste ha presentado con puntos y comas. El grupo del PRI, siendo
17 diputados ha presentado 27 iniciativas, pero sólo se han aprobado 3 ellos
mismos , aunque son nimias. El Ejecutivo los anula y a nadie le extraña, todo
mundo lo ve “normal”.
La del Congreso es una mayoría
legislativa sin respeto para con sus pares parlamentarios de oposición, de las 67
Iniciativas presentadas por el PAN, incluyendo dos leyes completas, 64 fueron
enviadas a la congeladora, sólo les aprobaron
3 no relevantes. Los datos anteriores podrían parecer “normales” en el juego
legislativo, pero hay más.
La 58 Legislatura, con Fernando
de las Fuentes a la cabeza, reestructuró y aprobó la ilegal
megadeuda endeudando a Coahuila por decenas de
años , según consta en documentos oficiales sólo el grupo del PAN se
opuso y votó en contra y Fernando fue premiado con una curul federal, aunque
castigado por los electores para no llegar a la alcaldía de Saltillo;
descaradamente ahora tres de esos ex diputados prístas que reestructuraron la
deuda regresan por una curul en el Congreso: Verónica Martínez, Shamir
Fernández y Francisco Tobías, éste por el partido Social Demócrata, satélite
del PRI, Tobías además de traidor a los coahuilenses es un simulador.
La 59 legislatura se ha esmerado
en cobijarse bajo la opacidad y la opulencia. Se han hecho remodelaciones al
edificio del Congreso sin realizar
licitaciones para las obras; además, el presidente de la Junta de Gobierno,
Eliseo Mendoza Berrueto reservó información que de acuerdo con la Ley de Acceso
a la Información debe ser pública, como son los contratos con proveedores y las
licitaciones; por si fuera poco, Eliseo Mendoza ha dado en rentar locales en el
lujoso hotel Quinta Real para sesionar, a pesar de que el recinto legislativo
cuenta con instalaciones adecuadas en las que siempre se realizaban los
trabajos de los parlamentarios. En suma, dilapidar recursos y actuar en
estricto apego a la opacidad ha sido su mejor tarea, cuando dijeron que
Coahuila tenía la mejor ley de transparencia.
Hay mucho más que agregar en
cuanto a la octogenaria tradición de simulación, omisión y negligencia parlamentaria del tricolor
acostumbrados a la falta de compromiso con los ciudadanos, lo deseable
sería que la ciudadanía tomara conciencia de la importancia de salir a votar
para acabar con la simulación.
Que la ciudadanía se diera cuenta
que votar en contra del PRI es un voto por Coahuila; votar en contra de la
burla de David Aguillón y sus satélites en, “Todos somos Coahuila”, es votar
por un congreso diferente.
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