¿Las nanas perfectas?

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

¿Las nanas perfectas?

Las modas y  los modos cunden. El consumo de las tecnologías  gadgets tienden a suplir a las nanas humanas, remplazándolas por las niñeras de bolsillo; este es un fenómeno que en el mundo moderno crece y se multiplica, de manera que los gadgets se están convirtiendo en las "niñeras perfectas" para algunas familias y si el niño se inquieta o  llora, los padres le dan inmediatamente el teléfono o la tableta para que juegue o vea un video.

Algunos pediatras, los que están al tanto de las tendencias que influyen en los infantes que atienden, aseguran que la cantidad de niños de todas las edades que están en contacto con una tableta o smartphone se incrementa día con día exponencialmente, ese es un hecho, afirman.

Este fenómeno es reciente, comenzó hace muy poco tiempo y todavía no hay evidencias médicas sólidas sobre los posibles problemas o ventajas que los gadgets provocan en los niños; no obstante, así como hay personas que alaban las destrezas y habilidades que un niño puede adquirir al saber manejar uno de estos aparatos, muchas otras se preocupan por las posibles consecuencias que ese uso excesivo puede provocar en la salud de los niños.

Hay psicólogos y pediatras que afirman que el periodo de hasta los 6 años de edad es crucial para formar los cinco sentidos básicos del niño, y el uso constante del smartphone puede atrofiar uno o más de ellos.

Algunos de los efectos que se han observado  en el exceso del uso de los gadgets son que resultan malignos para las funciones motoras de las manos y la habilidad para escribir, además de romper la comunicación entre los padres y sus hijos que en esta edad temprana es fundamental para los bebés.

El uso de los gadgets para los niños es una  tendencia  que también es alimentada por los desarrolladores que ofrecen todo tipo de aplicaciones infantiles en este mercado.

Y hay que decirlo, los gadgets  inhiben la interacción entre padres e hijos; los padres prefieren que los infantes “no pongan gorro”,  en lugar de inducirlos para que aprendan sobre la convivencia y las maneras de compartir los alimentos, por ejemplo,  en vez de evadirse y hacer un esfuerzo e interactuar; parece que es más cómodo instalarse cada quien en su zona de confort.

Es claro que los gadgets pueden tener ventajas cuando se utilizan para el aprendizaje o el entretenimiento siempre bajo supervisión, con múltiples de las aplicaciones existentes, como lectores de libros, juegos de agilidad mental, mapas geográficos y traductores.

La Asociación Americana de Pediatría recomienda no usar ningún tipo de pantalla en niños menores de 2 años y no más de una a dos horas al día en niños mayores de 2 años.

En suma, los gadgets no pueden remplazar los juegos creativos, como dibujar, pintar, escribir, ni el entretenimiento didáctico y las habilidades de exploración en la vida real, la actividad física, las experiencias en el exterior, la conversación y las interacciones sociales.

Di no al remplazo porque el uso pasivo de la tecnología y de cualquier tipo de pantalla es inapropiado y finalmente puede resultar en varios sentidos dañino. Pero tú eliges.

Peña Nieto miente

En su toma de protesta, en el Pacto por México, Enrique Peña Nieto se comprometió: Para transparentar y racionalizar los recursos que el Estado invierte en publicidad en los medios de comunicación, se creará una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la información, así como establecer un límite en el ejercicio del gasto en publicidad de cada entidad pública en proporción a su presupuesto, salvo las situaciones de emergencia vinculadas a protección civil o salud…Se dará cumplimiento al artículo tercero transitorio de la reforma constitucional del 13 de noviembre de 2007, para garantizar el derecho de réplica. (Compromiso 95).

Peña no cumple. Hasta ahora no ha informado cuánto ha gastado en publicitarse ni ha propuesto ninguna iniciativa  para el límite del gasto en publicidad.