Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Trabajo doméstico desvalorizado
El domingo pasado se conmemoró el Día Internacional de las
Trabajadoras del Hogar. Según la
Organización Mundial del Trabajo (OIT), en el mundo 52.6 millones de
personas están empleadas en el trabajo doméstico remunerado, pero por tratarse
de una actividad que se realiza a puertas cerradas, se dificulta recopilar las
cifras las que podrían alcanzar los 100 millones de trabajadoras, estima la
OIT.
En México cerca de 2.2 millones de
personas se dedican al trabajo del hogar remunerado, ellas aportan el 21 por
ciento del PIB, es una actividad primordialmente femenina ya que 95 de cada 100
cien son mujeres, de ellas 8 de por ciento son analfabetas
condición que predomina en las de edad más avanzada; sólo 2 por ciento tienen acceso a servicios
médicos como prestación laboral. De
ellas, 84.2 por ciento realiza tareas de
limpieza en hogares particulares, 8.5 cuida de personas, 7 por ciento de ellas perciben
hasta dos salarios mínimos y sólo 4.2
más de tres salarios; Coahuila cuenta
con un 4.1 por ciento de población ocupada en este sector en el que el 96 por
ciento manifestó que labora sin contrato escrito de por medio (INEGI, ENOE 2013).
En esta actividad, el exceso de
trabajo, los bajos salarios, el abuso, el maltrato, la humillación y la
discriminación, aguantar situaciones
indecentes, como ser llamadas “gatas, criadas o sirvientas” son
los principales problemas que enfrentan las trabajadoras, a pesar de que sin
ellas los hogares serían disfuncionales, caerían en el caos, por eso, las
trabajadoras organizadas advierten un
trato de esclavitud moderna, por lo que urgen a los legisladores a
ratificar el Convenio 189 de la OIT, para disminuir la
desvaloración social de sus relaciones laborales que no son reconocidas como
tales.
Para
estas trabajadoras aspirar al derecho de un crédito para alcanzar una vivienda
digna, al pago de horas extras, a la seguridad social para obtener una pensión
ó a organizarse en sindicatos, son sueños guajiros pues sus empleadores -con
escasas excepciones- piensan que ellas nacieron para servirlos, es su destino,
piensan.
El año 2011, México firmó el Convenio 189 de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que otorga a empleados
domésticos garantías laborales, pero el
Ejecutivo federal no se ha dignado enviar la iniciativa de ratificación al
Congreso de la Unión, por lo que la normatividad no puede aplicarse, a pesar de
que las normas establecidas en el tratado pugnan por el respeto de principios y
derechos fundamentales en el trabajo.
La Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE), informó que una mujer en México
dedica más tiempo que el hombre al cuidado de los miembros de la familia o a
las labores domésticas, en cambio, los varones pasan más tiempo frente al
televisor y durmiendo. Así, en México entre los sexos prevalece una importante
brecha de género que las organizaciones defensoras de las trabajadoras del hogar reclaman cerrar.
¿Será cierto?
Rubén Moreira anunció que el Gobierno
del estado hará públicos por dependencia y concepto los gastos destinados a la promoción de programas y acciones. Hasta
ahora, este Gobierno ha estado entre los más opacos del país respecto al gasto
en publicidad.
La resistencia del virrey
coahuilense a dar cuenta a la sociedad que lo mantiene sobre cómo gasta
nuestros impuestos en hacerse publicidad, ha sido absoluta. Yo como santo
Tomás, ver para creer, y reto a Rubén Moreira a que haga pública su declaración
patrimonial, desde que inició su gobierno hasta ahora para que demuestre su
transparencia. Ojalá se dé cuenta que somos conscientes de que en Coahuila la
corrupción está institucionalizada, que aquí, la división de poderes no existe, que él no ha tenido voluntad
política para abrir la información sobre la megadeuda y que, aunque se vaya de
rodillas a la Basílica de Guadalupe no le concederemos credibilidad hasta saber
a dónde fueron a parar los recursos de la megadeuda que ahora pagamos los
coahuilenses y también, que aclare en dónde están los 939.5 millones de pesos
de recursos federales desviados y que estaban destinados a programas sociales.
Estamos en año electoral, Rubén
Moreira anunció la apertura de 20 farmacias de la gente (con otro nombre), ¿serán
un mecanismo de inducción del voto?
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