Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
La soberanía somos todas y todos
El 18 de marzo se celebraba el aniversario de la Expropiación Petrolera, decretada por el Presidente general Lázaro Cárdenas en 1938, esa conmemoración fue anulada por la decisión del ejecutivo federal y por los diputados y senadores de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión al decidir entregar a las empresas privadas nacionales y extranjeras lo que era el patrimonio de la Nación.
En efecto, la Reforma Constitucional a los artículos 25,27 y 28 y sus leyes secundarias definitivamente vulneran los derechos fundamentales de las y los mexicanos y comprometen de forma extrema la soberanía de nuestro país, ya que con ellas el Estado renuncia a sus facultades de control de ese patrimonio para el aprovechamiento en función del interés público, de la electricidad, del petróleo, los minerales y todos los hidrocarburos.
Además, con esas reformas el Ejecutivo y el Legislativo federales colocan al Estado y al país en una condición de clara sumisión, subordinación política y económica frente a los intereses de las grandes corporaciones transnacionales.
Los y las mexicanas estamos hartos de la partidocracia y su entreguismo, de los abusos del presidencialismo omnímodo, somos millones los que aspiramos a una democracia verdadera y los que rechazamos rotundamente la fachada de simulación electoral bajo la cual vivimos nos negamos a ser gobernados por oligarcas corruptos y políticos traidores quienes han destruido la legitimidad de las instituciones públicas y apuestan al desánimo y a la apatía ciudadana.
Los hombres y mujeres que aspiramos a impulsar un cambio hemos elegido las vías de la resistencia civil pacífica y la democracia participativa para articular nuestras demandas. Defenderemos con todos los medios legales y pacíficos a nuestro alcance nuestros derechos humanos y sociales, la Constitución que surgió de la Revolución Mexicana y el patrimonio nacional.
Somos millones los que percibimos la manipulación por parte de la mayoría los medios de comunicación, el desempleo y la carestía, la entrega de la soberanía, el cinismo de los políticos y el abuso polisiaco y gubernamental.
Políticos, ya no les creemos sus acciones son ejemplos del descrédito moral. Ya no podemos seguir esperando que los políticos se den cuenta de la extrema situación de crisis que padece la mayoría del pueblo mexicano.
O las y los ciudadanos hacemos política hoy o los poderes fácticos destruirán por completo nuestro país.
Somos conscientes de que el Estado Nacional ha sido ocupado por intereses particulares, de nosotros depende recuperarlo para el pueblo. Somos parte de una sociedad que a lo largo de su historia ha peleado batallas incansables para establecer leyes e instituciones que respondan a las problemáticas del país. Es posible una vida justa, democrática, equitativa, digna y libre. Con organización y acción colectiva podemos lograrlo.
La ola mundial de movilizaciones populares nos demuestra que cuando el pueblo se une contra gobiernos indignos e ilegítimos, no hay régimen que resista. El artículo 39 de nuestra Constitución es el paracaídas de la República. Ha llegado la hora de salvarnos del naufragio.
Las anteriores son más que razones de peso para que nos unamos a la Jornada Nacional de Movilización el próximo martes, en el 76 aniversario de la Expropiación Petrolera en un Encuentro Ciudadano que se realizará en la Plaza de Armas de Saltillo a las 17:00 horas, con un amplio programa cultural y político.
Además, con la explotación del gas Shale, que ya comenzó, se cierne otra amenaza sobre Coahuila, por eso el sábado 22 a las 11: 00 horas en Hidalgo sur 449 Zona Centro, se ofrecerán, por parte de expertos, dos conferencias para conocer con precisión sus efectos sobre el medio ambiente y la contaminación de los mantos fráticos.
Sólo con la participación y la movilización ciudadana abriremos la puerta al bienestar social que nos ha sido confiscado.
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