Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán
Enríquez
Pemex, CFE: se vende
mi país
¿Será irremediable que el grueso
de la población mexicana, la que lucha cada día para ganarse el pan, los casi
15 millones que trabajan en la economía informal, los millones que laboran por
2 salarios mínimos o los que tienen que trabajar más de 12 horas en el empleo formal en
condiciones de continua precarización, los desempleados, los estudiantes, los
profesores, las mujeres amas de casa, será inevitable digo, que acepten su incapacidad
de organizarse en torno a una propuesta basada en el análisis objetivo de las
condiciones de la empresa paraestatal Pemex y en cambio, siga en espera de un
mesías que muestre el camino mediante un plan que ilumine la ruta a seguir para
impedir que los neoliberales consumen la entrega de la energía a los ávidos
inversionistas extranjeros de lo que es propiedad de la Nación?
El grupo Pripanista ha querido
vendernos el argumento de que Pemex es un peso para la Nación por su atraso
tecnológico e incapacidad de exploración y explotación de nuevas fuentes de
hidrocarburos; la realidad es que el peso para la Patria es una clase política,
en general cleptocrática que en materia de impuestos exime a los grandes
capitales, pero se ceba fiscalmente con el pueblo incrementando con ello la precariedad social.
Desde hace más de una década, algunos líderes políticos e intelectuales plantearon la necesidad urgente de que Pemex debía transparentarse y someterse a una reforma
integral que implicaría mínimamente la democratización del sindicato, una
limpia cabal e implacable de la corrupción, una inversión de sus recursos en
investigación de fuentes energéticas alternas, limpias, seguras y de calidad,
respetuosas de los pueblos que habitan el territorio y sus prácticas de
subsistencia; asimismo, Pemex deberá
conservar su autonomía respecto del Estado y la iniciativa privada, además de
ser necesario que se ratificase como eje de capitalización a través de inversiones públicas.
Para quien quiere comprobarlo,
Pemex es una empresa rentable, pero su alta corrupción y el deliberado
desmantelamiento de que ha sido objeto son los argumentos que utiliza el discurso
privatizador peñista que busca mantener la rectoría formal del petróleo para
consumar “legalmente” su amasiato con el gran capital, extranjero y nacional
utilizando también la premisa paradójica de que PEMEX no puede estar
subsidiando el gasto público de la federación pasando por alto que por muchas décadas con los ingresos de los
hidrocarburos fue posible financiar la educación, la seguridad social, la
infraestructura pública y paliar en la medida de lo posible la pobreza y la
desigualdad, a pesar de la corrupción de sus administraciones y su sindicato.
Es obvio que con la privatización
energética, necesariamente vendrán las
reducciones al gasto social y se avanzará inevitablemente en el
desmantelamiento (bastante avanzado ya)
de la educación superior y la básica.
¿Acaso hubo aumento en el
bienestar socioeconómico de las mayorías, mejoría de los servicios públicos
o disminución de los costos de consumo
para la población por la privatización de las innumerables empresas
pertenecientes al Estado en el salinato?, como fue el caso de Telmex,
Ferrocarriles Nacionales, Altos Hornos de México, las carreteras, los
transportes e importantes sectores de la petroquímica.
En particular, la privatización
de AHMSA generó un descomunal desempleo en la Región Centro y la Carbonífera
que no sale de su tradicional miseria. Por eso, si no surge pronto una reacción
social coordinada y contundente a las contra-reformas peñistas, inevitablemente
iremos perdiendo progresivamente las pocas instituciones y medios que aún
conservan algo para el beneficio social.
Todo lo señalado apuntala la
necesidad de articular la esperanza ciudadana y hacer valer la soberanía
popular plasmada en el artículo 39 de la Constitución. Urge generar nuevas
formas para ejercer la protesta y exigir el respeto a nuestros derechos humanos
y sociales.
Estamos en todo nuestro derecho
de exigir la revocación de las reformas constitucionales a los artículos 25,27
y 28. Por ello el Dr. Jaime Cárdenas Gracia,
especialista en derecho constitucional, en temas electorales y ex consejero del
IFE, impartirá la conferencia: “Privatización, entreguismo e
inconstitucionalidad”, a las 5pm en la Casa San José de Hidalgo sur 449,
pasando Escobedo, zona centro de Saltillo.
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