lunes, 9 de marzo de 2009

¡¡¡Todas, una, todas únicas!!!

Publicado en, 10 MINUTOS
5-3-09
Rosa Esther Beltrán Enríquez
En el marco del, “Día Internacional de la Mujer”, que se conmemoró el domingo 8 de marzo, el mundo vibra ya con la voz y las actividades de millones de mujeres organizadas que se presentan como la fuerza del futuro.
En 1857, 129 mujeres costureras de Nueva York, realizaron un paro laboral en su fábrica para exigir la igualdad en sus salarios con los varones y que la jornada de trabajo se redujera a 10 horas, derecho a sindicalizarse, capacitación laboral y la exigencia de que la ley prohibiera el trabajo infantil, en respuesta a sus peticiones los patrones cerraron las puestas de la fábrica y la incendiaron, por lo que todas las trabajadoras perecieron carbonizadas.

Esta conmemoración permite tomar nuevos bríos para enfrentar los retos que se tienen, ya que la violencia contra las mujeres más habitual es la violación de sus derechos humanos y México no es la excepción.
La violencia contra las mujeres no es un asunto entre particulares, es un problema público frente al cual el Estado mexicano tiene obligaciones particulares, a las que se ha comprometido y al día de hoy distan mucho de verse cumplidas, por lo que el reto está en la mesa.
En Coahuila, en dos años fueron asesinadas violentamente 32 mujeres y muchos de estos casos no están resueltos jurídicamente, de donde se desprende una cauda de impunidad que ofende.
En menos de 3 semanas fueron secuestradas al menos 3 jovencita en la entidad, una de ellas es estudiante de la UAdeC que por fortuna ya está en su hogar, pero Aurora Irene Martínez Reyes sigue desaparecida.
Es cierto que en 35 años México ha avanzado, se han presentado cambios positivos como: Niveles educativos más altos;, niveles de salud más elevados y mayor esperanza de vida; más tiempo disponible para actividades distintas a las domésticas, entre ellas la incorporación al mercado laboral; ruptura del aislamiento y mayor contacto con la información y otras visiones del mundo; participación en organizaciones, mayor autonomía, mayor visibilidad y atención social a la violencia doméstica, así como un mayor número de programas para atender la equidad de género y políticas públicas para las mujeres a fin superar los rezagos.
En contraste, hay retrocesos muy negativos, como el deterioro de la calidad de los servicios de salud y de la educación pública. Mayores tensiones a causa del empobrecimiento; mayor volatilidad de las relaciones de pareja, aumento de enfermedades de transmisión sexual, discriminación salarial. Limitaciones para su participación en la toma de decisiones en el sector público y privado y aumento en las desigualdades territoriales, urbano- rurales y entre clases sociales.
La desigualdad, característica de la sociedad mexicana se expresa en las mujeres. Por eso esta es una lucha de largo aliento que en estas jornadas del Día Internacional de la Mujer, visibilizamos.



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