Rosa Esther Beltrán Enríquez
Publicado en ESPACIO 4 No. 345
Durante lo que va del mes de enero abundaron en la prensa local las malas noticias sobre el IMSS: robo hormiga de medicinas, desabasto de medicamentos, falta de oxígeno en la clínica 1, falta de personal paramédico y exceso de personal administrativo, insuficiente infraestructura hospitalaria as{i como un déficit importante de camas.
La problemática es muy antigua, en Coahuila la conocemos a detalle y para colmo, el IMSS se saca el premio mayor, sí, el premio al trámite más inútil, no me imagino a quien se le ocurrió inventar este premio, que, la verdad sea dicha, infinidad de dependencias públicas son más que merecedoras de él, porque si para algo los mexicanos nos pintamos solos, es para simular y hacer los trámites infinitos y engorrosos.
Lo he dicho en muchas ocasiones, pero no es ocioso reiterarlo, el deterioro de las instituciones de salud pública ha sido una política deliberada de los gobiernos neoliberales y lo han logrado, han sido muy eficientes y eficaces en acabar y dejar prácticamente en la lona a estas dependencias, la decadencia del IMSS y del ISSSTE se da a todos los niveles, hay casos de enfermos graves que deberán esperar dos o tres años para alcanzar una cita con especialistas para la atención de sus padecimientos.
Es muy doloroso ver correr el tiempo y con él constatar el avance del derrumbe de estas instituciones insustituibles para la salud de nuestros compatriotas, sin salud y ante la crisis alimenticia que ya padecemos por el encarecimiento de la canasta básica, el futuro no puede ser más desalentador.
Además, recientemente, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que en el IMSS, desde hace varios años, se están destinando miles de millones de pesos en subrogar servicios médicos integrales. La cantidad detectada en la subrogación asciende a 9 mil 629 millones 694 mil pesos, pero lo grave es que la ASF detectó trabajos y operaciones inadecuados y que por su naturaleza no se pueden considerar servicios.
La inspección de la ASF se determinó en base a que los servicios subrogados constituyen un área de riesgo por los altos volúmenes de gasto y además por haber detectado que existían prestadores subrogados estos servicios que no daban cuenta al IMSS u hospitales que incumplen con las condiciones técnicas o de calidad contratadas y que estos servicios al ser subrogados se encarecen y resultan altamente onerosos para las de por si empobrecidas finanzas del Instituto.
La comisión de seguridad social de la Cámara de diputados, que está dando seguimiento al gasto de las erogaciones por subrogación, sugiere que el IMSS con esas cantidades podría haber iniciado una planeación para ir adquiriendo equipo y capacitar a su personal para que el servicio se ofrezca ahí y se disminuyan costos.
El año pasado Juan Molinar Horcasitas, director general del IMSS, en su comparecencia ante la Comisión de Seguridad Social argumentó los los servicios subrogados no pueden ser prestados por ese Instituto. En 2008 la subrogación ascendió a 134 millones 54 mil pesos y las inconsistencias abundan en la minuciosa investigación efectuada por la Revista Contralínea, en el reportaje de su último número.
Mucho podrían hacer los diputados federales si inspeccionaran con minuciosidad cómo gastan el presupuesto las instituciones que reciben recursos del erario público, que sobra decirlo, es nuestro dinero, ganado con el esfuerzo de todos los mexicanos ya que el desorden y las inconsistencias que la ASF ha detectado son atribuibles a una pésima administración en el IMSS, lo cual denota la irresponsabilidad de las direcciones en esa dependencia. ¿cuándo veremos a las comisiones del Congreso local interesadas por dar seguimiento a las instituciones de salud de Coahuila a fin de asegurar la mejoría de estas servicios?
¿Qué es la perspectiva de género?
El debate social sobre la importancia de la incorporación institucional de la perspectiva de género se va extendiendo en las distintas esferas de la vida social. Esto es así gracias al reconocimiento de que la equidad entre los géneros no se puede presentar en las relaciones sociales de manera automática.
En las ciencias sociales, la incorporación de la perspectiva de género ha significado un avance; el género, como categoría social es una contribución teórica que surge para explicar las desigualdades entre mujeres y hombres enfatizando la multiplicidad de identidades.
La categoría de género es una definición de carácter histórico y social acerca de los roles, identidades y valores que se atribuyen a hombres y mujeres que son internalizados e incorporados a la personalidad mediante los procesos de socialización.
El género es además una relación social y de poder que se configura como relación de dominación masculina y de subordinación femenina. Es también un nexo global porque no se refiere solamente a las relaciones entre los sexos, sino que hace referencia a procesos que se dan en una sociedad; el género es también un sistema transversal, porque atraviesa todo el tejido social articulándose con factores como la edad, el estado civil, la educación, la clase social.
La perspectiva de género es una propuesta de inclusión porque las problemáticas que se derivan de las relaciones de género sólo se resuelven sí incluyen cambios en las mujeres y en los hombres, por tanto implica también una búsqueda de equidad a la que sólo se accede si las mujeres conquistan el poder en sentido amplio (poder crear, poder saber, poder dirigir, poder elegir, etc.
La aspiración de un número cada vez mayor de ciudadanos, mujeres y hombres, de alcanzar un desarrollo equilibrado, se logrará, estableciendo condiciones de igualdad de trato entre ambos géneros, desarrollando políticas con igualdad de oportunidades e impulsando una educación igualitaria (Lamas).
La perspectiva de género implica al menos 3 condiciones:
1. Reconocer e identificar las relaciones de poder que se dan entre los géneros, que en general favorecen a los hombres como grupo social y resultan discriminatorias para las mujeres.
2. Que las relaciones antedichas son social e históricamente construidas y además son constitutivas de las personas.
3. Que esas relaciones atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales como las de etnia, edad, preferencia sexual y religión y las de clase.
La perspectiva de género incorpora una concepción epistemológica que enfoca la realidad social desde la óptica de los géneros y sus relaciones de poder, éstas conllevan relaciones de desigualdad entre los géneros cuyos efectos producen y reproducen la discriminación que a su vez adquiere expresiones concretas en todos los ámbitos de la cultura: la división social del trabajo, la familia, la política, las organizaciones, el arte, la sexualidad, la historia, la ciencia. De ahí que se trate de una concepción del mundo y de la vida que no está dirigida exclusivamente a las mujeres.
El uso de la categoría género, requiere la búsqueda de sentido del comportamiento de los varones y las mujeres como seres socialmente sexuados, además es una categoría abierta, en pleno desarrollo, de manera que favorece el ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la realidad para analizar y transformar la situación de las personas a fin de crear nuevas construcciones de sentido para que mujeres y hombres visualicen su femineidad o su masculinidad a través de vínculos no jerarquizados ni discriminatorios (Gamba).
Es importante subrayar que hasta ahora, muchas personas utilizan el término género como un sinónimo de sexo, es decir, hablar de género es hablar de mujeres, de la problemática femenina, esta sustitución tiene explicación en el hecho de que así se elude la referencia incómoda al feminismo o bien a muchos les resulta más moderno, más a la moda hablar de género como sinónimo de asuntos de mujeres, pero hay que enfatizar, el término género se refiere tanto a mujeres como a hombres, comprende las relaciones sociales entre los sexos.
Lo importante es no sustituir sexo por género. Y aunque resulte reiterativo, el sexo es una cuestión biológica, en cambio el género se refiere a una construcción social conformada por el conjunto de normas y roles sociales que la cultura asigna a los comportamientos femenino y masculino.
La categoría de género es una definición de carácter histórico y social acerca de los roles, identidades y valores que se atribuyen a hombres y mujeres que son internalizados e incorporados a la personalidad mediante los procesos de socialización.
El género es además una relación social y de poder que se configura como relación de dominación masculina y de subordinación femenina. Es también un nexo global porque no se refiere solamente a las relaciones entre los sexos, sino que hace referencia a procesos que se dan en una sociedad; el género es también un sistema transversal, porque atraviesa todo el tejido social articulándose con factores como la edad, el estado civil, la educación, la clase social.
La perspectiva de género es una propuesta de inclusión porque las problemáticas que se derivan de las relaciones de género sólo se resuelven sí incluyen cambios en las mujeres y en los hombres, por tanto implica también una búsqueda de equidad a la que sólo se accede si las mujeres conquistan el poder en sentido amplio (poder crear, poder saber, poder dirigir, poder elegir, etc.
La aspiración de un número cada vez mayor de ciudadanos, mujeres y hombres, de alcanzar un desarrollo equilibrado, se logrará, estableciendo condiciones de igualdad de trato entre ambos géneros, desarrollando políticas con igualdad de oportunidades e impulsando una educación igualitaria (Lamas).
La perspectiva de género implica al menos 3 condiciones:
1. Reconocer e identificar las relaciones de poder que se dan entre los géneros, que en general favorecen a los hombres como grupo social y resultan discriminatorias para las mujeres.
2. Que las relaciones antedichas son social e históricamente construidas y además son constitutivas de las personas.
3. Que esas relaciones atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales como las de etnia, edad, preferencia sexual y religión y las de clase.
La perspectiva de género incorpora una concepción epistemológica que enfoca la realidad social desde la óptica de los géneros y sus relaciones de poder, éstas conllevan relaciones de desigualdad entre los géneros cuyos efectos producen y reproducen la discriminación que a su vez adquiere expresiones concretas en todos los ámbitos de la cultura: la división social del trabajo, la familia, la política, las organizaciones, el arte, la sexualidad, la historia, la ciencia. De ahí que se trate de una concepción del mundo y de la vida que no está dirigida exclusivamente a las mujeres.
El uso de la categoría género, requiere la búsqueda de sentido del comportamiento de los varones y las mujeres como seres socialmente sexuados, además es una categoría abierta, en pleno desarrollo, de manera que favorece el ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la realidad para analizar y transformar la situación de las personas a fin de crear nuevas construcciones de sentido para que mujeres y hombres visualicen su femineidad o su masculinidad a través de vínculos no jerarquizados ni discriminatorios (Gamba).
Es importante subrayar que hasta ahora, muchas personas utilizan el término género como un sinónimo de sexo, es decir, hablar de género es hablar de mujeres, de la problemática femenina, esta sustitución tiene explicación en el hecho de que así se elude la referencia incómoda al feminismo o bien a muchos les resulta más moderno, más a la moda hablar de género como sinónimo de asuntos de mujeres, pero hay que enfatizar, el término género se refiere tanto a mujeres como a hombres, comprende las relaciones sociales entre los sexos.
Lo importante es no sustituir sexo por género. Y aunque resulte reiterativo, el sexo es una cuestión biológica, en cambio el género se refiere a una construcción social conformada por el conjunto de normas y roles sociales que la cultura asigna a los comportamientos femenino y masculino.
En síntesis, la categoría de género ayuda a desmitificar lo que comúnmente se concibe como, “lo natural” en mujeres y hombres. Cierto, la diferencia sexual es el fundamento de la asignación de roles, pero lo importante es no perder de vista que esos roles son un constructo histórico y cultural y por tanto mutable, de donde es posible asumir que, papeles sociales que fueron asignados a uno u otro sexo hace miles de años y en el contexto actual ya no operan, pueden cambiar.
Posdata
Posdata
El domingo 18 de enero el periodista Arturo Rodríguez, reportero de la revista PROCESO y editorialista de l periódico VANGUARDIA, fue agredido en un restaurante de la ciudad de Saltillo, recibiendo además intimidaciones. Desde estás páginas repruebo esos hechos y exigo que las instituciones de justicia del Estado atiendan su denuncia.
Igualmente me pronuncio en contra de las agresiones al periodista Miguel Badillo, director de la revista Contralínea, que fue detenido y encarcelado sin orden judicial en la ciudad de México.
ALTO a las agresiones contra periodistas y contra la libertad de expresión.
Igualmente me pronuncio en contra de las agresiones al periodista Miguel Badillo, director de la revista Contralínea, que fue detenido y encarcelado sin orden judicial en la ciudad de México.
ALTO a las agresiones contra periodistas y contra la libertad de expresión.
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