Irresponsabilidad parlamentaria

Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Irresponsabilidad parlamentaria

El escenario que se presenta para el arranque de la elección presidencial, de diputados y senadores, de al menos 3 gobernadores, del Jefe de Gobierno y 16 jefes delegacionales del Distrito Federal, en el que además se renovarán 15 Congresos locales y ayuntamientos en 13 entidades, es ominoso.

Es probablemente el peor ambiente que hemos tenido desde la creación del IFE en 199; no se trata de dramatizar ni exagerar, pero estamos ante el escenario más incierto y nebuloso desde que se creó el IFE y desde que el Tribunal adquirió todas las condiciones y características que hoy lo hacen la última instancia en materia electoral.

El próximo 7 de octubre se inicia formalmente el proceso electoral y el Congreso dejó pendientes las leyes reglamentarias del derecho de réplica (artículo 6° constitucional) y del uso imparcial de recursos públicos y la propaganda gubernamental (artículo 134). Tampoco llevó a cabo las reformas al Código Penal Federal para crear un catálogo de delitos electorales, y las reformas a la Ley de Sistemas de Impugnación para precisar las causales de nulidad de la elección.

Desde octubre del año pasado la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados cuenta con una lista de 17 candidatos a consejeros electorales, aprobada por unanimidad en la Comisión de Gobernación, luego de un largo proceso de entrevistas públicas a 136 aspirantes.

Es de lamentar la falta de acuerdo a causa de la dinámica de cuotas establecida desde la negociación del IFE en 2003, por la que los negociadores en la Cámara acordaron sustituir el consejo ciudadano por representantes subrepticios de sus partidos, lo cual resulta irresponsable y mezquino.

Esta semana, un grupo de destacadas mujeres encabezadas por algunas diputadas federales se manifestaron para denunciar la repartición partidista de los tres espacios en el Consejo del IFE, demandar la elección de TRES MUJERES AL CONSEJO e informar que en caso de que la terna que presente la Junta de Coordinación Política de la Cámara no incluya mujeres, presentarán una denuncia formal que harían llegar incluso ante las cortes internacionales, con la certeza de que ganarían el juicio, ya que la ley las asiste, sostienen.

Las manifestantes afirman que, sí existen las y los expertos para lograr una terna que cumpla con los requisitos de ser ciudadanos de ambos sexos con amplio conocimiento en el tema y de probada imparcialidad e independencia.
Igualmente, se denuncia que la Cámara de Diputados ha hecho mucho daño al IFE aplicando el criterio de cuotismo para elegir “consejeros a modo”, debilitando así la credibilidad del Instituto.

Lo menos que las y los diputados deben ofrecer, respecto de la definición de estos nuevos integrantes del consejo electoral federal es transparencia, porque la designación impactará la organización, fortaleza y credibilidad de la institución encargada de dar certeza electoral.

Los principios rectores del IFE, que el Consejo General debe resguardar, los de legalidad, certeza, independencia, imparcialidad y objetividad se han visto gravemente degradados, lo cual va en detrimento del interés de la ciudadanía por participar en la próxima elección federal, de por sí ya acotada por las limitadas ofertas político-electorales planteadas por los partidos políticos.

Sabemos que los tres partidos mayoritarios al interior del Congreso están en una lógica de “repartición de consejeros”. Así, el debate está en que el PRI debe elegir a uno, al PAN le toca otro, y que el PRD podrá imponer al último o “pagará por la mujer” que ninguno tiene entre sus prioridades. Las discusiones poco tienen que ver con los perfiles, la paridad de género o el cumplimiento de la ley

La lucha ahora es lograr que se cumpla con la meta necesaria de aumentar la presencia de mujeres consejeras, pero ese es un asunto que no parece interesar a la mayoría de los legisladores.

Señores y señoras legisladores y dirigentes de partidos políticos ¿A dónde quieren llegar, a dónde se imaginan que pueden arrastrarnos si este tobogán de descenso, de deterioro, prosigue?
rosaesther80@gmail.com