viernes, 9 de septiembre de 2011

El álgebra de la corrupción

El álgebra de la corrupción

Rosa Esther Beltrán

09 Septiembre 2011

Las ecuaciones que presenta el álgebra de la corrupción en este país contienen incógnitas que parecen indescifrables. Después del asesinato de los 52 regiomontanos en el Casino Royale, la sensación de zozobra, de vacío, de indignación persiste, pero además afloran todos los días nuevos casos de corrupción en torno a ése y otros asuntos.

La discusión sobre las licencias para el funcionamiento de los casinos desnudó también la red de complicidades entre permisionarios y operadores de esos establecimientos con autoridades de los tres niveles de Gobierno y aún de la jerarquía católica nacional, ya que, según el “Zar de los casinos” Juan José Rojas Cardona, él logró que el Cardenal Norberto Rivera Carrera inaugurara, el 25 de febrero de 2008, una de sus propiedades.

Una de las líneas más escabrosas de este drama son los presuntos vínculos de las autoridades con las mafias de los casinos. El Presidente Municipal de Monterrey, Fernando Larrazabal y su hermano Manuel Jonás, quien fue sorprendido y videograbado recibiendo dinero en un casino del que, dijo, eran pagos del queso oaxaqueño que vende a esos establecimientos.

Rojas Cardona el “Zar de los Casinos”, fue acusado incluso de entregar, presuntamente, dinero ilícito, 25 millones de dólares a la campaña presidencial de Felipe Calderón.

Nadie se explica en realidad por qué Calderón, después de la tragedia del Casino Royale decretó tres días de luto nacional si finalmente éstos pasaron desapercibidos ante la inundación de la propaganda triunfalista de su Quinto Informe que pretende ignorar el drama y el dolor que vive México. Felipe Calderón mostró poca sensibilidad y menos inteligencia política.

Pero volviendo al diluvio de lodo en que viven y se lanzan entre sí los políticos mexicanos, Marcelo Ebrard, al que muchos creían impoluto y políticamente limpio, resulta que mantuvo a su novia en la nómina pública durante un año cobrando 53 mil pesos mensuales. ¡México, no te acabes!

En Coahuila hay sectores que parecen dispuestos a subirse al ring y exigir de veras la rendición de cuentas a la administración de Humberto Moreira y de Jorge Torres López; en efecto un grupo de empresarios reclamaron por la falsificación de documentos por parte de funcionarios públicos para contraer deuda por la módica suma de 3 mil millones de pesos y enfatizaron las diversas irregularidades detectadas en las cuentas públicas.

Los ciudadanos coahuilenses se entrevistaron con la presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, Esthela Damián Peralta, a quien manifestaron que hasta ahora no hay sanciones para los servidores públicos que han comprometido el desarrollo de la entidad por el nivel de deuda contraído.

Igualmente demandaron a la Procuraduría General de la República que el proceso de demanda presentado contra Vicente Chaires y Javier Villareal Hernández se acelere.
Considero muy positivo que la sociedad civil se organice, porque son demasiadas las dudas, las contradicciones, las mentiras, las complicidades y las irregularidades que han salido a la luz, no es posible tolerar que Peña Nieto siga cobijando a Moreira y éste a Villareal y a Chaires.

Coahuila y los coahuilenses están primero que cualquier clan o partido político, la corrupción puede ser aplastada por la indignación, el coraje, la exigencia con ideas y propuestas concretas de la sociedad civil organizada.

Basta de evasivas, la corrupción está acabando con nosotros. El futuro de toda una generación está hipotecado. El repudio silencioso no sirve y el miedo paraliza. Tenemos leyes, tenemos instituciones, hay que hacer que funcionen, pero eso no va a ser por arte de magia, es preciso movilizarse.

Rubén Moreira dice que la deuda es manejable. Sí, ayer dijeron cómo la pagarán: aumentado impuestos y recortando el presupuesto a las políticas públicas.

Faltan 82 días para que Rubén y su equipo se hagan cargo de la administración estatal, y él organiza su ascenso como si nada estuviera pasando en los poderes públicos.

El Estado tiene una deuda sin precedentes, con muchos hoyos negros, los coahuilenses la pagaremos y hasta le pagaremos a Rubén para que administre esta onerosa liquidación. ¿Nos resignaremos o exigiremos transparencia y rendición de cuentas, o permitiremos que la corrupción nos arrolle de nuevo?

Ya nos saquearon… ¿nos volverán a saquear?

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