Rosa Esther Beltrán Enríquez
En un “Diagnóstico sobre Parlamento Abierto en México”,
elaborado y presentado recientemente por 12 organizaciones civiles, entre ellas
Transparencia Mexicana y el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) se
evaluó la transparencia de los parlamentos mexicanos, desde la Cámara de
Diputados y la de senadores, los 32
Congresos locales y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF),
igualmente se midió que tan cercanos y accesibles son a la ciudadanía.
En el Diagnóstico se definieron 10 principios
que comprenden 95 indicadores, el
principio inicial es: 1° Derecho a la información, que comprende la
garantía del acceso a la información que producen, poseen y resguardan las
instituciones legislativas, el 84% de los parlamentos lo cumplen. 2° El de
participación ciudadana y rendición de cuentas, sólo un 40% lo realiza. 3° El
de información parlamentaria que incluye publicar y difundir la mayor cantidad de
información relevante que debaten; el 58% lo efectúa. 4° Publicar y divulgar
información oportuna y detallada sobre la gestión, administración y gasto del
presupuesto asignado a la institución legislativa, el 24% lo ejecuta. 5°
Información sobre legisladores y servidores públicos, el 37% cumple.
6° Información histórica, 50% lo observa. 7° Presentar la información con
características de datos abiertos, un 0.3% cumple. 8° Accesibilidad y difusión:
Asegurar que las instalaciones, sesiones y reuniones sean accesibles y abiertas
al público 60% lo realiza. 9° Contar con mecanismos para asegurar
la conducta ética de los representantes, 16% lo observa. 10° Aprobar
políticas de gobierno abierto en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial
de la Federación, estados y municipios, sólo el 3% lo cumple.
Como puede usted ver, solamente
el primero de los principios se cumple satisfactoriamente, el 8° pasa de
panzazo y en todos los demás los
parlamentos salen reprobados, por lo que se puede decir que los poderes legislativos
viven en jauja o en una situación crítica y se encuentran entre los más opacos
y caros de Latinoamérica, por lo que las organizaciones que elaboraron el
Diagnóstico prevén que, en estas condiciones, la reelección de legisladores que
podrá realizarse a partir de la legislatura que se elegirá el 7 de junio
próximo, sería catastrófica para la sociedad mexicana, de llegar los actuales
candidatos se estaría en un contexto en el que se ignora cuánto gastan o cuánto
reciben los legisladores porque no son parlamentos abiertos.
Los líderes que elaboraron el Diagnóstico
sobre Parlamento Abierto en México opinan
que, 7 de cada 10 mexicanos no se sienten representados por sus legisladores y
sólo seis de cada 10 saben quién es su diputado federal, aseguró el líder de
Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez; por su parte Juan Pardinas,
presidente del IMCO expuso: “ninguna institución legislativa hace públicos los
presupuestos y gastos de comités, hay muchísimo espacio para avanzar pero, en
un contexto de reelección legislativa, preservar estos niveles de opacidad en
el Congreso no sólo es un riesgo para la vida legislativa, es un riesgo para la
democracia” (Excélsior) .
Desde hace más de una década, el tema de la transparencia en los
congresos se encuentra en la agenda pública, no obstante, sigue habiendo
algunos que aún no cuentan con los elementos mínimos en esta materia y se
carece de información detallada sobre los montos y usos de sus presupuestos por
lo que la discrecionalidad es muy amplia.
En México los congresos abiertos y transparentes están en el discurso y
en las declaraciones y hasta ahí llegan y de Coahuila mejor ni hablar porque
aquí simplemente no hay división de poderes, pus es el Ejecutivo el que conduce
toda la política estatal, así que la reelección de legisladores asegurará el
reforzamiento del cacicazgo del poder
Ejecutivo estatal.