lunes, 20 de abril de 2015

Congresos opacos, legisladores non gratos


Rosa Esther Beltrán Enríquez

En un “Diagnóstico sobre Parlamento Abierto en México”, elaborado y presentado recientemente por 12 organizaciones civiles, entre ellas Transparencia Mexicana y el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) se evaluó la transparencia de los parlamentos mexicanos, desde la Cámara de Diputados  y la de senadores, los 32 Congresos locales y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), igualmente se midió que tan cercanos y accesibles son a la ciudadanía.

 En el Diagnóstico se definieron 10 principios que comprenden 95 indicadores, el  principio inicial es: 1° Derecho a la información, que comprende la garantía del acceso a la información que producen, poseen y resguardan las instituciones legislativas, el 84% de los parlamentos lo cumplen. 2° El de participación ciudadana y rendición de cuentas, sólo un 40% lo realiza. 3° El de información parlamentaria que incluye publicar y difundir la mayor cantidad de información relevante que debaten; el 58% lo efectúa. 4° Publicar y divulgar información oportuna y detallada sobre la gestión, administración y gasto del presupuesto asignado a la institución legislativa, el 24% lo ejecuta. 5° Información sobre legisladores y servidores públicos, el 37% cumple. 6° Información histórica, 50% lo observa. 7° Presentar la información con características de datos abiertos, un 0.3% cumple. 8° Accesibilidad y difusión: Asegurar que las instalaciones, sesiones y reuniones sean accesibles y abiertas al público  60%  lo realiza. 9° Contar con mecanismos para asegurar la conducta ética de los representantes, 16%  lo observa. 10° Aprobar políticas de gobierno abierto en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Federación, estados y municipios, sólo el 3% lo cumple.

Como puede usted ver, solamente el primero de los principios se cumple satisfactoriamente, el 8° pasa de panzazo y  en todos los demás los parlamentos salen reprobados, por lo que se puede decir que los poderes legislativos viven en jauja o en una situación crítica y se encuentran entre los más opacos y caros de Latinoamérica, por lo que las organizaciones que elaboraron el Diagnóstico prevén que, en estas condiciones, la reelección de legisladores que podrá realizarse a partir de la legislatura que se elegirá el 7 de junio próximo, sería catastrófica para la sociedad mexicana, de llegar los actuales candidatos se estaría en un contexto en el que se ignora cuánto gastan o cuánto reciben los legisladores porque no son parlamentos  abiertos.

Los líderes que elaboraron el Diagnóstico sobre Parlamento Abierto en México opinan que, 7 de cada 10 mexicanos no se sienten representados por sus legisladores y sólo seis de cada 10 saben quién es su diputado federal, aseguró el líder de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez; por su parte Juan Pardinas, presidente del IMCO expuso: “ninguna institución legislativa hace públicos los presupuestos y gastos de comités, hay muchísimo espacio para avanzar pero, en un contexto de reelección legislativa, preservar estos niveles de opacidad en el Congreso no sólo es un riesgo para la vida legislativa, es un riesgo para la democracia” (Excélsior) .

Desde hace más de una década, el tema de la transparencia en los congresos se encuentra en la agenda pública, no obstante, sigue habiendo algunos que aún no cuentan con los elementos mínimos en esta materia y se carece de información detallada sobre los montos y usos de sus presupuestos por lo que la discrecionalidad es muy amplia.


En México los congresos abiertos y transparentes están en el discurso y en las declaraciones y hasta ahí llegan y de Coahuila mejor ni hablar porque aquí simplemente no hay división de poderes, pus es el Ejecutivo el que conduce toda la política estatal, así que la reelección de legisladores asegurará el reforzamiento del cacicazgo del  poder Ejecutivo estatal.   

miércoles, 8 de abril de 2015

Radiografía electoral 2015

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

Radiografía electoral 2015

Las campañas electorales se iniciaron “mochas”, es decir, sin que el INE concluyera la fiscalización de los gastos de precampaña en la mayoría de las entidades federativas, se hizo solamente en 3 estados por lo que es muy probable que aún candidatos que ya hayan obtenido su registro sean eliminados de las contiendas a media campaña.

Independientemente de esa contingencia, la contienda para diputados federales se prolongará por 60 días; es una elección inédita por el número de cargos en competencia, contienden 4 mil 496 candidatos a diputados federales, de los que 2 mil 248 son mujeres; 2 mil 694 se registran por el principio de mayoría relativa y mil 852 por el principio de representación proporcional, también destaca porque es dirigida por primera vez por el INE con retos y riesgos igualmente inéditos, ya que con el TEPJF y los Organismos Públicos Locales Electorales (Oples) están en un punto de baja de credibilidad, los partidos las miran con recelo y los ciudadanos, con desconfianza. Otro reto es que esta elección es concurrente con 17 procesos electorales locales.

Una de las novedades más importante en la elección del 7 de junio es la participación de 22 candidatos independientes en una contienda federal, un buen número de estos candidatos son en realidad políticos reciclados porque han estado relacionados con diversos partidos políticos, predominan expriistas y expanistas.   ¿Una nueva forma de simular?
Los 10 partidos políticos gastarán, en los próximos dos meses, mil 172 millones 863 mil 740 pesos que les asignó el INE para renovar 500 curules. Es decir, al día cada instituto político dispondrá de 19.5 millones de pesos, una democracia bastante cara para un país con 53.3 millones de pobres, pero eso no importa.

Con la inauguración de las campañas, que formalmente arrancaron el  domingo 5, pero que en realidad parecía que habían iniciado mucho antes,  los contendientes se están tirando bazucaos en lo que comenzó como una guerra, dando y dando: al PRI, el PAN le echó en cara la corrupción de Cesar Camacho, su presidente, exhibiendo lujosos relojes de más de 2 millones de pesos, el PRI respondió ostentando las parrandas y los moches de los diputados del albiazul; en los dos casos la Comisión de quejas del INE ordenó que esos “spots” fueran eliminados por no propiciar el debate democrático, habría que agregar que, en todo caso, las dos acusaciones son ciertas, así que tan malo el pinto como el colorado;  ambos se acusan de enriquecimiento ilícito y corrupción y es probable que veamos crecer el ataque frontal, pueden echarse en cara los más graves ataques de corrupción, pero todos los delitos son arrastrados por la impunidad y además, el PRI y el PAN son enemigos acérrimos en los procesos electorales, pero hermanos SIAMESES  en las Cámaras, ahí aprueban todo lo que al Ejecutivo en turno conviene, lo vimos en las Reformas del Pacto por México, de manera que lo de estos dos meses es parte del show, después se abrazarán como hermanos, como corresponde a los tiranos porque el PAN no es un partido de oposición, aunque así pretenda presentarse. Y ahí están, ahí están. 

Por otra parte, la guerra de las encuestas también arrecia. La del Grupo Reforma, levantada el mes pasado le da al PRI un 32 por ciento de las preferencias electorales, al PAN un 22, al PRD un 14 a Morena un 8, al  Verde un 7, a Encuentro Social y el PANAL un 4, al Movimiento Ciudadano un 3, al PT y al Humanista un 2 por ciento.  En la encuesta de Ulises Beltrán el PRI va con el  36  por ciento de las preferencias, el PAN con 22,  el PRD con 15, el Verde y Morena con 8 y 7por ciento respectivamente, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza alcanzan el 3, el PT, el Partido Humanista y Encuentro Social obtienen 2 por ciento, con lo que quedan en riesgo de no alcanzar su registro o perderlo en el caso del PT, aunque el voto de los indecisos podría darles respiración artificial.

El partido Verde ha sido en extremo descarado y arrogante, ha burlado las leyes y prefiere pagar las escuetas multas impuestas por las autoridades electorales y es posible que pierda la mitad del electorado que tenía hace algunas semanas.

Lo que se percibe es un deterioro muy marcado en la autoridad electoral, estamos muy lejos de aquel IFE de 1996-2003, porque a partir de ahí ha venido una degradación recurrente en la cual al árbitro electoral federal y ahora los locales nadie les hace caso y esto apenas comienza.